Este tema lo traté originalmente en el mes de abril de 2012. Los continuos ataques perpetrados por personas armadas me hicieron meditar mucho en ello. Ahora, más de tres años más tarde, este mismo tema vuelve a cobrar vigencia porque en Estados Unidos es tan fácil comprarse una ametralladora como un horno de microondas, lo que hace surgir de nuevo la controversia sobre si debe mantenerse tal como está, el derecho a portar armas.
Si un grupo terrorista ingresa en Estados Unidos no tiene que preocuparse de traer ni armas ni municiones, porque le es más fácil y barato comprarlas aquí y si van a los “Gun Shows”, no tienen que pasar ningún tipo de chequeo.
En la mayoría de los países se restringe el tipo de armas que una persona puede poseer o portar, definiendo claramente aquellas que son de uso militar y solo se permite tenerlas a la policía y al ejército. Algunos países incluso prohíben portar cualquier tipo de arma.
Estados Unidos es una excepción. El 15 de diciembre de 1791 se adoptó la segunda enmienda constitucional que se considera parte de los Derechos del Hombre o “Bill of Rights”. Esta segunda enmienda puede traducirse de la siguiente forma: “Siendo necesaria una milicia bien regulada para asegurar un estado libre, no puede infringirse el derecho de las personas para tener y guardar armas”.
En 2008 y 2010 la Corte Suprema de la Nación tomó dos decisiones en las que determinó que la segunda enmienda protege el derecho de los individuos para poseer un arma de fuego aunque no preste servicio a ninguna milicia y puede utilizar esa arma para propósitos tradicionalmente legales, tales como la legítima defensa dentro de su hogar.
En Estados Unidos uno puede comprar cualquier arma con total facilidad. Cada estado tiene sus propios requisitos pero por regla general basta presentar una identificación (que en muchos casos es falsa). En algunos estados se requiere una espera de tres días, pero estos requisitos son eliminados si uno adquiere el arma en un “Gun Show”.
El arma, puede ser de cualquier tipo o característica. Pistola o rifle, manual, automática o semiautomática, de cualquier calibre. Puede ser una ametralladora o un lanzacohetes, y puede comprar cualquier cantidad. Si uno tiene dinero puede tener un arsenal propio tan grande como su bolsillo aguante.
Las balas se pueden comprar con descuento por la internet y son entregadas en su domicilio. También puede comprarse cualquier cantidad, mientras la tarjeta de crédito aguante.
Mencioné que esta enmienda se aprobó el 15 de Diciembre de 1791. Se imaginan ustedes como era Estados Unidos en ese año. Nótese lo siguiente:
La población total del país en 1790 era 3’929,214 y distribuida en diecisiete estados: Connecticut (237,947 habitantes), Delaware (59,096 habitantes), Georgia (82,598 habitantes), Kentucky (73,677 habitantes), Maine (96,540 habitantes), Maryland (319,728 habitantes), Massachusetts (378,787 habitantes), New Hampshire (141,885 habitantes), New Jersey (184,139 habitantes), New York (340,120 habitantes), North Carolina (393,751 habitantes), Pennsylvania (343,373 habitantes), Rhode Island (68,825 habitantes), South Carolina (249,073 habitantes), Tennessee (35,691 habitantes), Vermont (85,425 habitantes) y Virginia (747, 610 habitantes). En ese entonces West Virginia era parte de Virginia).
Las áreas restantes eran territorios, áreas reclamadas y áreas foráneas. Todo el resto del país desde el medio oeste hasta california no había sido conquistado todavía o era parte de México, España o Francia). En los territorios y áreas foráneas no había autoridades y continuamente se tenían que repeler ataques de los indios que se defendían de la ocupación de los nuevos americanos. También había que defenderse de los rateros y bandidos que los asaltaban y los mataban. Por eso había que estar armado. Había que defenderse pues no se contaba con una fuerza de policía ni una guardia nacional.
A medida que se fueron conquistando territorios, o se anexaron territorios mexicanos o españoles, el país fue creciendo hasta llegar a ser el gran país que es hoy. Lo que hemos visto en películas sobre la conquista del Oeste no se aparta mucho de la realidad. Las pequeñas ciudades que se iban formando nombraban un Sheriff que contaba con los habitantes armados para imponer la ley. Obviamente era indispensable estar armado. La segunda enmienda detectó esa necesidad y estableció el derecho de todo ciudadano a estar armado para defenderse. Se vivía en condiciones muy diferentes a como se vive ahora.
No habían carreteras, se iban construyendo tramos de ferrocarril y se dependía de las diligencias para transportar bienes, valores y correspondencia. A medida que se iba avanzando se construían fuertes donde quedaban tropas acuarteladas que se utilizaban según fuera necesario, pero la población dependía de sus armas para defenderse.
Poco a poco el país se fue expandiendo hasta llegar a la costa oeste, y fundar el estado de California. La primera comunicación se dio vía diligencias. Años después llegó el ferrocarril que tenía que atravesar terrenos donde eran comunes los asaltos. Era indispensable estar armado para sobrevivir.
Hoy día, tenemos un país próspero, somos la potencia números uno del mundo. Salimos victoriosos en dos guerras mundiales. Ganamos la llamada Guerra Fría donde el comunismo y la amenaza soviética se desintegraron. Nuestras ciudades cuentan hoy con la infraestructura urbana más avanzada del mundo, el teléfono, la televisión y la internet llegan hasta el último rincón del país. Estamos organizados en ciudades, condados y estados y contamos con los cuerpos de policía más avanzados del mundo que utilizan la tecnología de punta existente para combatir el crimen y defender a los ciudadanos. La red celular llega a todo el país y prácticamente no existe un ciudadano que no tenga un teléfono celular.
El teléfono de emergencia 911 funciona con gran eficacia en casi todas las ciudades y condados. Los ciudadanos pueden hacer uso de él para cualquier situación de emergencia, sea médica o de cualquier otro tipo, incluyendo incendios, ataques terroristas o asaltos.
Es decir, ahora no hace falta estar armado como antes porque se cuenta con una fuerza de policía capaz, bien adiestrada y de respuesta rápida. El problema es que como es tan fácil comprar un arma, cualquier hampón se puede comprar la que quiera y esos son los que están causando asaltos y crímenes en las ciudades. Y como no se requiere un entrenamiento especial, cualquier persona puede tener un arma para “vigilar”.
En Miami es increíble la cantidad de crímenes y de robos que hay. Casi todos los días se sabe de varios asaltos (algunos con violencia), de personas desaparecidas, y de asesinatos. Cualquiera tiene un arma. Los delincuentes tienen armas que consiguen fácilmente y muchas personas con el argumento de que tienen que defenderse de los delincuentes armados, tienen a su vez armas de fuego.
La facilidad de adquirir y poseer armas es causante de cientos de muertes. Son muchísimos los casos en que una persona armada entra en un banco o en una oficina y dispara a mansalva contra gente inocente. Es muy común que un simple incidente de transito se convierta en un asesinato porque unos de los conductores portaba un arma.
Son varios los casos en que alguien armado entra en una escuela o universidad y sin razón empieza a matar a las personas que ahí se encuentran. Y todo esto sucede porque cualquiera puede tener cualquier tipo de arma. Hay personas que en sus casas tienen verdaderos arsenales.
Y si conocemos los casos de personas importantes que son atacadas como el que atentó contra el presidente Ronald Reagan, el que mató a Robert Kennedy, el que mató a John Lennon o la que mató a Selena, imaginense los cientos de Jane Doe y John Doe que caen víctimas de personas armadas, y lo peor es que la mayoría de esos casos podrían haberse evitado si no fuera tan fácil para cualquiera adquirir un arma.
En una sociedad moderna y educada la gente no tiene que portar armas. Esto debe detenerse. Hasta resulta irónico que muchos de los que dicen que portar armas en un derecho dicen que tener acceso a la salud no lo es.
Aparte, el tráfico de armas hacia otros países hace que Estados Unidos sea el principal proveedor de armas para los delincuentes y traficantes de drogas y personas en países como México y Centroamérica y nosotros no hacemos absolutamente nada para acabar con eso.
Es obvio que la segunda enmienda tenía una razón de ser en 1791 cuando se estableció, pero en el siglo XXI, año 2015 resulta obsoleta, innecesaria y hasta perjudicial. Por eso insisto: ¿No creen que ya es momento de enmendar la segunda enmienda?