499.- "¡Haz la prueba, escribe sobre el papel las armonías de tu alma!... y la he obedecido y he compuesto"
Autor: Ludwig van Beethoven, con once años de edad y en referencia a la Musa Euterpe. (Las nueve musas inspiradoras hijas de Zeus eran: Calíope, Clío, Erato, Euterpe, Melpómene, Polimnia, Talía, Terpsícore, Urania). La versión más extendida de la leyenda precisa que las Musas fueron las nueve hijas de Zeus y Mnenosine, encargadas con su canto de amenizar los festines de los dioses de la mitología griega, mientras Apolo las acompañaba con la cítara. La leyenda establece igualmente, que bajan a la Tierra y buscan a los hombres cuya inspiración han de alimentar. Estos hombres privilegiados oyen entonces sus voces y las toman como ideas propias, de las que ellos mismos son los primeros en sorprenderse.
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Odio los días en los que no puedo encontrar la inspiración. Y no importa dónde mire; debajo de la cama, en los armarios, tras la ventana o en mi sofá favorito, sin distracciones aparentes que impidan a la imaginación fluir y regalarme algo con sentido que hacer, pensar o escribir. Miramos al cielo en un postrer intento de encontrar alguna sugerencia y tal vez invocando a esas misteriosas musas legendarias, pero el cielo solo nos devuelve nubes y estrellas; que si, que en otro momento quizá nos pudieran sugerir algo más, pero que en los días vacíos nos dejan impasibles.
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Inspiracion de San Mateo
Definitivamente es frustrante, pero la vida es así... también. Hay días en los que se disparan las ideas, y otros en los que nos encontramos sin apenas pistas que seguir y rastrear. Días de inspiración y actividad desbordante, seguidos por días llenos de nada. Sin embargo, el trabajo nunca se ha de interrumpir, porque hay una regla bastante evidente que determina, que si bien a veces la energía sigue a la inspiración, otras muchas es la inspiración la que sigue a la energía. Quizá, y para concluir, es más de temer el exceso de inspiración que su falta. Poseídos por el arrebato del entusiasmo, podemos exceder los límites del buen gusto y cegados por su iluminación, crear monstruos que solo otros, nunca nosotros, son capaces de ver. Como decía Pío Baroja: “El cemento armado es una musa honesta y útil, y quizá en manos de un arquitecto genial sería admirable; pero cuando se desmanda y se siente atrevida, como una cocinera lanzada a cupletista, hace tales horrores, que habría que sujetarla y llevarla a la cárcel.Reflexión final: "La inspiración nunca llega cuando uno la anda buscando" (Lisa Alther) http://www.salud.es/celulitis