Inspiración, esa dama caprichosa

Voy a sincerarme con vosotros. Llevo ya tiempo dándole vueltas a diversos temas para escribir esta columna que ahora tenéis ante vosotros, dándole vueltas a la cabeza a mil textos sobre el mundo de la literatura en general, obteniendo como único resultado un dolor de cabeza. Entonces, ha sido cuando el candil dentro de mi cabeza se ha iluminado y las letras han comenzado a salir por mis dedos. Hoy, voy a hablaros de la dama (o caballero, según se mire) que nos controla y nos posee sin nosotros saberlo ni poder evitar bailar bajo sus caprichosos hilos, que monta el caballo de nuestra imaginación y blande la espada de nuestras letras: la inspiración.

¿Qué es la inspiración? La inspiración puede ser nuestro mejor aliado o nuestro peor enemigo, puede venir en los momentos más inoportunos (como en el trabajo, la cola del banco o el cuarto de baño, este último muy recurrente) como justamente cuando se necesita.

Para algunos, esta dama se transmuta en un agradable paseo por el campo, para algunos, la inspiración se esconde en los acordes etéreos de una canción y, para otros, la inspiración sólo es un ente caprichoso que se aparece cuando le viene en gana, sin responder ante nada ni ante nadie. También existe gente afortunada que parece que tenga pequeñas dosis de inspiración escondidas en algún cajón oculto en su despacho, disponibles siempre que vaya a comenzar a plasmar las historias que circulan dentro de su cabeza. Para los menos afortunados (entre los que, lamentablemente, me incluyo) esperamos a nuestra musa como quien espera un taxi en una tarde lluviosa y sin sitio donde resguardarnos; sin embargo, después de tantas sequías y tantos desbordamientos de imaginación, cada uno sabe más o menos en qué lugares se esconde y dónde podemos encontrar ese pequeño empujón que necesitamos para rematar una buena historia, artículo o ilustración (porque sabemos de buena tinta que las musas y los musos no sólo se encuentran dentro del mundo de las letras).

Para a quien le interese saberlo, yo la inspiración la busco en esta web completamente gratuita donde se genera un continuo ruido de lluvia y tormenta que alimenta muchísimo mi imaginación http://www.rainymood.com/ ; también ella me persigue a mí, encontrándome sobre todo, en mis paseos en moto.

¿Qué hacéis vosotros cuando andáis escasos de inspiración? ¿La esperáis o la buscáis? Comparte con nosotros tus métodos, igual así conseguimos invocar alguna que otra musa para los menos favorecidos.