Creo que todavía no lo he hecho público por aquí, pero tranquila que tengo planeado hacer un post al respecto contándotelo todo al detalle. Me refiero a que ahora soy solo autónoma trabajando desde casa en los ratos que los bebés me dejan y eso incluye noches y madrugadas (últimamente ni eso, la verdad).
Sé que te estarás preguntando qué pasa con mi anterior trabajo, si voy a volver o no, a qué me dedico ahora… te prometo que en el siguiente post te lo cuento todo. Ahora, necesito tu ayuda.
¿A dónde llevo mi oficina?
Con mi nueva profesión (y no es la de blogger, ya te genero expectación para el siguiente post), me he visto con la necesidad de hacerme un espacio para mí apartado del resto de la casa. Así, cuando tuviese que trabajar en horas intempestivas evitaría despertar al personal.
Hasta ahora tenía un escritorio pequeñito en el salón que tuvimos que quitar para poner el árbol de Navidad, ¡ja ja! Lo primero es lo primero. Y decidimos que la habitación del fondo, el zulo, se convertiría en mi despacho. E hicimos una serie de cambios.
Mi despacho es un zulo
Tal cual. Hasta ahora ha sido la habitación de invitados y de los trastos donde teníamos un armario (lleno de trastos, of course) y una cama de 1,35m encajada para los invitados. Nada más. Pero no porque no quisiéramos, es que no cabe NADA MÁS. La habitación es muy pequeña.
Con la iniciativa de montar mi despacho ahí, decidimos quitar la cama y cambiarla por un sofá plegable de 2 plazas. Así si vienen invitados tienen donde dormir y queda un huequito para mi humilde escritorio y mi silla de pensar.
Añadí un flexo de led y tuve que comprar un plc para que me llegase la conexión de internet. Muy fuerte todo, pero conseguí solucionar el problema.
Pero falta algo…
Cuando ya empecé a trabajar en mi nueva localización me di cuenta de que me faltaba algo importante. Alguna cajonera, estantería o algo para que pudiese dejar mis 4 o 5 libretas, planners y movidas varias en algún sitio que no fuese encima del sofá o encima de la mesa quitándome el microespacio que ya tengo.
Descubrí entonces Livingo España, una tienda online de decoración que me gustó por algo en concreto: es una tienda multimarca donde puedo encontrar multitud de estilos a precios razonables. Y de hecho, ya estoy enamorada de una estantería de pared; a ver qué te parece.
Como ves, son estilos totalmente distintos pero ambos me encantan. Hay otras opciones que me tienen pensativa pero no es plan de ponerte aquí el catálogo. Te invito a visitar su web porque seguro que encuentras algo que te enamora.
Me he decantado por estanterías de pared porque el espacio que hay entre el escritorio y el sofá es muy pequeño. Poner una cajonera muy estrecha tampoco es plan porque no cabrá nada y acabará siendo un trasto más.
Por lo pronto, veo más acorde para mi zulo la opción de la derecha. Al ser transparentes no dan la sensación de que se comen el espacio. Aunque la estantería de la letra metálica me rechifle, tal vez no sea adecuada. Tengo que hablarlo con maridín.
Y ahora todo son necesidades
No soy una fanática de la decoración ni tengo ese gusto exquisito que tienen algunas para montar su casa, las cosas como son. Pero no te engaño si te digo que me gustaría mucho tener una casa Pinterest.
Lo que me gusta de Livingo es que hay alternativas para todo. Comedor, dormitorios, niños y bebés, jardín, cocina, baño… y sinceramente, puedo pasarme horas mirando lo que tienen y descubriendo las marcas que distribuyen.
Eso nos ha llevado a plantearnos cambiar un mueble del baño, pensar en el nuevo sofá que necesitaremos en cosa de un año y hasta discutir si necesitamos nuevas ollas o no.
¿Qué crees que es necesario para un despacho en el que se va a pasar muchas horas trabajando? ¿Conocías Livingo?