Más de 300 representantes de siete países de la cuenca amazónica se reunieron en la ciudad brasilera de Belén, para evaluar escenarios y perspectivas de conservación del bosque tropical más grande del planeta
Amazonía: 33 millones y medio de habitantes; 370 pueblos indígenas, 211.695.200 Has de territorios indígenas; 43,8% de áreas protegidas. Fuente RAISG
El primer Seminario “Escenarios y Perspectivas de la Panamazonia”, se llevó a cabo al ritmo del carimbó, música típica de Belén, ciudad del noreste de Brasil, sede del evento organizado la pasada semana por la red Articulación Regional Amazónica (ARA) y el Foro Amazonía Sustentable.
Más de 300 representantes de la sociedad civil, academia, empresas privadas y entes gubernamentales de siete países de la cuenca amazónica (Bolivia, Brasil, Colombia, Perú, Suriname, Ecuador y Venezuela), colmaron el auditorio del Hangar Centro de Convenciones de la décima ciudad más importante de Brasil.
Sigrid Vasconez, secretaria ejecutiva de ARA Regional, presentando el libro “La Amazonia y los Objetivos de Desarrollo del Milenio”.
Para Sigrid Vasconez, secretaria ejecutiva de ARA Regional, el seminario resultó “inspirador” para los desafíos y las ventanas de oportunidades que buscan fortalecer el desarrollo sustentable de la Amazonía. “El encuentro permitió conectar y dialogar entre diversos, compartir los diagnósticos de cada país, visibilizar las experiencias inspiradoras que puedan multiplicarse en los distintos países y generar conexiones entre quienes están haciendo diferencias locales, subnacionales y nacionales; que luego puedan pensarse regionalmente”.Vasconez está convencida de que es posible generar “respuestas para tener un desarrollo más humano, más amigable y más ético en la Amazonía”.
Venezuela en el semianrioEn la mesa de trabajo referida a las articulaciones transfronterizas Nicolás Betis, representante de Venezuela en la Confederación de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (Coica), expresó la necesidad de plantear un cambio de paradigma como pueblos indígenas de Suramérica y Centroamérica “basado en el principio de la vida, que es distinta a otras propuestas de desarrollo como mercado de carbono, mecanismo de desarrollo limpio, basadas muchas veces en principios del comercio; mientras que nuestra visión es holística, integral”.
Durante el seminario, Betis explicó que en Venezuela se cuenta con una legislación en materia indígena, pero débil en su implementación. “La Comisión Nacional de Demarcación está detenida debido a que no se han designado los delegados indígenas y esto se debe a la injerencia del ministerio que quiere colocar personas que no son las más adecuadas para estar allí, y hemos protestado al considerar que esa designación le corresponde a las asambleas de pueblos indígenas que deben escoger a sus representantes sin intereses particulares o partidistas”.
Al Noroeste AmazónicoEl seminario permitió visibilizar el trabajo que desde hace 20 años realizan Venezuela, Colombia y Brasil como parte de la articulación del noroeste amazónico. Adriana Ramos, secretaria ejecutiva del Instituto Socioambiental de la Amazonia (ISA), explicó que “mantenemos acciones conjuntas con organizaciones como Wataniba en Venezuela y Gaia en Colombia, en gestión territorial y revalorización cultural de los pueblos indígenas, a fin de garantizar la sustentabilidad de sus territorios”.
Ramos mencionó el programa de monitoreo de áreas protegidas en la Amazonía, Raisg, que es una red amazónica de información socio ambiental georreferenciada, presentada en este evento, como una iniciativa transfronteriza y en la que también participa Venezuela. Explicó que la principal preocupación es la deforestación, pero también han observado un crecimiento de la actividad minera ilegal, exploración de petróleo y gas “que son la mayor perspectiva de presión que tenemos a futuro, con la creación de nuevos proyectos como los hidroeléctricos sobre los territorios de los pueblos indígenas y áreas protegidas”. Procesos que a su juicio “pueden transformar a la Amazonía en la mayor floresta discontinua del planeta”, por eso se enfocarán en un análisis más localizado de cada región, para evaluar los impactos.
Aimé Tillett, antropólogo de la ONG venezolana Wataniba.
Por su parte, Aime Tillett, antropólogo y representante de Wataniba, explicó que trabajan con el pueblo yanomami desde 2008 en el estado Amazonas, principalmente por el vínculo transfronterizo que mantienen con ISA, “una articulación que es permanente, planificamos juntos las líneas de trabajo, los objetivos y compartimos los financistas que apoyan el trabajo”. Dijo que el equipo de Wataniba cuenta con varios expertos en trabajo con yanomamis, “hablan su lengua y vienen de trabajar en otras áreas como el plan de salud yanomami, y a partir de este año se integró al equipo una asesora de campo que viene de trabajar con ISA; además en estos momentos los yanomami están preparándose para formalizar la conformación de su organización Horonami, que abordará distintos temas de amenazas en sus territorios como la salud, la invasión de mineros provenientes de Brasil y ese es uno de los temas que nos mantiene articulados, haciendo seguimiento a esta actividad que tanto impacta en el territorio yanomami”.
Precisamente, articular estos desafíos y realidades que son similares para los países de la cuenca amazónica, e intercambiar conocimientos sobre iniciativas de conservación y desarrollo sustentable que pudieran multiplicarse e incidir en mejores políticas públicas, resumió el espíritu de un encuentro que sembró la semilla para una visión compartida e integrada de la Panamazonia.