La firmeza en la comunicación es un ingrediente especialmente importante en cierto tipo de situaciones en las que es mejor no generar confusiones al interlocutor. Esto es lo que ocurre cuando una persona dice sí a aquello que en realidad quería decir no, pero no se atrevió a dar el paso por miedo a decepcionar al otro, o a las consecuencias que esta acción pudiera traer en la relación. El miedo a la soledad aumenta como consecuencia de una autoestima frágil. Por esta razón, uno de los pasos más importantes para aprender a decir no, cuando es no, es ser coherente con uno mismo, e intentar ser fiel a tu voz interior.
Es importante que reflexiones sobre los motivos que tienes para tomar esa decisión. No tienen que ser muchos. Es suficiente con que haya una sola razón, que tu consideres suficiente, para que escuches ese motivo interior.
Es positivo ser sincero con el interlocutor y dar una explicación, en lugar de mentir. Por ejemplo, si te proponen un plan y no te apetece asistir, puedes rechazarlo amablemente pero dejando la puerta abierta para futuras oportunidades diciendo, por ejemplo, este mensaje: “Hoy no puedo asistir porque estoy ocupado pero me encantaría poder quedar en otro momento”.
Es positivo ser asertivo en la comunicación, sin embargo, es importante no pedir disculpas constantemente por decir que no a la petición de un amigo o un familiar. En caso de hacerlo, te sentirás más inseguro todavía y con menos confianza ante esa necesidad de justificarte que lo que muestra es un deseo de aprobación externa.
Disfruta de las relaciones personales asumiendo que cada persona tiene su momento. Existen momentos compartidos y otros que no lo son. Te sentirás más preparado para decir no a la petición de un amigo o un familiar cuando también vivas con naturalidad que otras personas puedan rechazar un plan que tú has propuesto.
El sufrimiento en este tipo de casos reside en confundir la palabra “no”, con un rechazo personal.
Intenta cambiar la perspectiva de este mensaje para comprender que, en muchas ocasiones, detrás de la acción de rechazar determinada propuesta de un amigo, no existe un no absoluto, sino simplemente, una circunstancia momentánea.
Por ejemplo, puede que un amigo te diga que no a la propuesta que le haces para quedar y charlar un rato porque prefiere posponer ese plan para otro momento en el que tenga más tiempo libre si sus circunstancias personales le impiden disfrutar con calma de ese plan en el presente.
Evita dar rodeos para decir no. La claridad en el mensaje transmite sinceridad. Además, si se trata de una conversación cara a cara, busca el contacto visual porque comunica sinceridad. Si vas a enviar tu mensaje a través de whatsapp, entonces, recuerda que en la comunicación escrita no se aprecian los matices del lenguaje corporal, por tanto, intenta explicar tu mensaje sin recurrir a las típicas abreviaturas de esta forma de interacción.
Ponte en el lugar de la otra persona para transmitirle tu mensaje con cariño.
Maite Nicuesa para 3Contigo Coaching.
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