Tengo varias prendas que no compré. Tengo ropa que no soy la primera en utilizarla. Y no sabrías detectar la diferencia. Hasta hace un año aproximadamente me miraban raro cuando contaba lo de mis fiestas de intercambio de ropa, o lo de las excursiones a las tiendas de segunda mano en mi ciudad natal. Me quedé con la impresión de que en España la gente no sabe apreciar la calidad que dura años. Al final, los intercambios de ropa te permiten honrar la calidad de las prendas y al mismo tiempo renovar tu armario, sin necesidad de compras y sin el estrés de tirar ropa en buen estado.
Como si todos los armarios fueran tuyos
Mi armario contiene pocas prendas si lo comparo con el armario de cualquier otra persona. Veo el fondo de mi armario sin dificultad. El estrés por las mañanas ha disminuido mucho, desde que todas mis prendas combinan las unas con las otras. Así que tenía el siguiente dilema: me gusta tener poco. Pero también me gusta variar y probar nuevas cosas.
La respuesta habitual sería irme de compras regularmente y tirar (o guardar en algún trastero) lo que no voy a utilizar. Por si acaso. O porque era tan caro. La solución minimalista es compartir e intercambiar. La prenda más sostenible es la que no se tiene que producir. Y si yo te doy lo mio y tu me das lo tuyo, las dos tenemos algo nuevo sin necesidad de fábricas. Y así las dos hemos duplicado las prendas de nuestro armario.
SWAP – intercambiar con estilo
El ingrediente crucial del intercambio de ropa es la calidad. Solo entra en el intercambio una prenda que le darías a tu mejor amiga. Que esté impecable, y que tan solo tenga la desventaja de que ya no te queda bien o ya no te gusta. Los intercambios de calidad muchas veces incorporan otras ofertas para distinguirse de un mercadillo común. Swap!, el intercambio organizado por Naturóticas (el 26 de Mayo, en Barcelona) además cuenta con la colaboración de estilistas y diseñadores para que puedas aprender algo sobre tu propio estilo. Los eventos de Ropantic Show incluyen talleres de reciclaje y arte textil para aprovechar aquellas prendas que no satisfacen los requerimientos de calidad.
Comprar ropa es taaaan de 2007
No voy a dejar de comprar ropa. Me gusta probar las nuevas colecciones de People Tree” o de Ananda Pascual y no tengo ningún inconveniente en invertir en ropa de buena calidad. Lo bueno es que esta ropa dura, la inconveniente es qué me gusta cambiar de estilo cada cierto tiempo. Los intercambios de ropa son la solución perfecta para alguien que quiere reinventarse periódicamente y que al mismo tiempo se interesa por la sostenibilidad.
¿Te apuntas a esta nueva tendencia?
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Imagen: TheSwapTeam / flickr