Tristeza, desazón, resignación y bronca son varios de los adjetivos que resumen el estado de ánimo de media Avellaneda. Era otro sueño, otro desafío, otra cita con la historia y nuevamente fue derrota como hace tres semanas en Japón. Independiente sufrió su segundo revés en un semestre que recién comienza.
El Rojo volvió a jugar mal, dejó una pálida imagen y por momentos da la sensación que lo de Mohamed huele a ciclo agotado. En la previa habló de ser protagonista, de intentar tener la pelota y jugar de igual a igual. Solo se vio algo de eso en los primeros 15 minutos de la segunda etapa. Luego fue tirar pelotazos y esperar atrás de mitad de cancha.
Es verdad que enfrente tuvo al Inter, un gigante del continente americano en estos últimos años. Solo basta repasar sus títulos para confirmarlo: 2 Copas Libertadores, 1 Mundial de Clubes, 2 Recopas Sudamericanas, 1 Copa Sudamericana y 1 Copa Suruga Bank. y todo desde el 2006 en adelante. Si bien el Santos se consagró en la última Copa Libertadores, lo hecho por Internacional a nivel competiciones continentales e intercontinentales provoca la envidia de todo club brasileño.
Con una estructura que se resiente poco (la gran mayoría de sus titulares son los mismos que ganaron la Copa Libertadores hace más de un año), jugadores jóvenes que llegan al primer equipo y rinden (Oscar o Leandro Damiao) el conjunto brasilero supo ganarse un lugar de privilegio.
Independiente se vuelve con muchas dudas. Una pobre actuación de la defensa y especialmente del capitán Gabriel Milito, una escasez de juego ante la falta de Patricio Rodríguez que preocupa y el poco recambio en el banco de suplentes para tratar de revertir las cosas.
Dos caras distintas de una misma moneda. Otra alegría para el Inter y otra decepción para Independiente. Habrá que ver como reacciona el Rojo luego de este par de golpazos que se pegó. ¿Podrá levantarse?
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure