Del mismo modo que Billy Wilder dijo que no era necesario que los directores supieran escribir, pero si leer, creo que habría que aplicar a los periodistas el principio de que no es necesario que sepan redactar, pero al menos saber de que están hablando.
Hace pocos días leí un artículo llamado ¿Adiós a los intermediarios?. Lo sustantivo de esta pieza periodística consiste en glosar las ideas y pensamientos de los popes de la nueva economía -que de nueva no tiene nada en absoluto- llamada economía del intercambio. La teoría subyacente es que gracias a internet van a desaparecer los intermediarios y todo estará basado en intercambios entre usuarios, una gigantesca red P2P dónde lo compartiremos todo, menos el coche, la pluma y la mujer.
Como panfleto de una de las partes, lo veo bastante interesante, pero como material digno de aparecer en un periódico, creo que le falta mucho como para merecer el precio del papel en que está impreso. No solamente el periodista se dedica a replicar las palabras de terceros sin espíritu crítico, sino que además no ejerce ningún tipo de análisis serio sobre lo que realmente se está hablando.
De esas indignaciones y de mi propia experiencia sale este post, Internet no está eliminando intermediarios, sino que los está haciendo cada vez más fuertes. Se pone el ejemplo de servicios como Airbnb o Uber, pero dejando de lado la dudosa legalidad de estas empresas, lo que es palmario es la inocencia de todos los que afirman que la red nos salvará a todos.
Quizás estas dos empresas no estén todavía en condiciones de ejercer presión sobre sus clientes y proveedores, pero en mercados más maduros como puede ser el comercio electrónico, las búsquedas y en cierta medida las redes sociales generalistas, es evidente que han desaparecido muchos intermediarios, pero en su lugar han emergido monstruos que controlan en mercado end to end y someten a todos los que quieran participar a sus condiciones. Yo no se como lo veis, pero si Google controla el 97% del mercado, no hay economía P2P, es un mercado con un proveedor único que somete a quien quiera a sus necesidades, normas y tarifas. Lo mismo podríamos decir de Amazon y Facebook. Y este es el camino que seguirán estas empresas emblema de la nueva economía, a la que consigan hacerse con el monopolio, van a usar su poder para marcar las normas, precios y tendremos que someternos todos a ella.
Sería interesante que el autor se hubiera documentado un poco, y con suerte, puede que diera con este artículo de Gigaom. Fascinante en un mundo sin intermediados, la acción de Google haga caer hasta un cincuenta por ciento de los ingresos de una empresa, o dónde Amazon bloquea las publicaciones de una empresa que se niega a plegarse a sus condiciones.
A mi nada de esto me suena a nueva economía y al paraíso de luz y de color que vaticinan. Me suena más a un mundo con monopolios férreos en los que ninguna autoridad se atreve a meter mano -sólo hay que ver el caso de la UE contra Google- y los usuarios, la P de esa famosa ecuación, vemos como esa fantasía, ese Valhala con vírgenes, cerveza y ganchitos, no era más que una estafa.
Con lo que si realmente queremos una vuelta a una especia de anarquía tecnológica, el camino sensato es NO usar estos servicios, volver a la redes de confianza de toda la vida, y ser conscientes de que cuando hay una tercera persona en un intercambio, no existe una red P2P, sino la clásica proveedor, empresa, cliente.
Película: The Terminator
Esto es un resumen del artículo Internet no elimina a los intermediarios escrito para Exelisis. Visita la web para más información y compártelo si crees que es interesante.