El plano de un yacaré, uno de verdad, oriundo de nuestro Litoral, que avanza hacia la cámara, deshace la eventual primera sensación de que El árbol negro es otro documental sobre el presente de los argentinos de origen qom. Seguro, Máximo Ciambella y Damián Coluccio acompañan a Martín Barrios mientras labra la tierra, cría sus chivos, pesca, realiza compras en el pueblo, pero el registro apunta más allá de la rutina de este integrante de la comunidad Aluá Poxoyaxaic Santo Domingo, ubicada en el Departamento Patiño, Comuna Subteniente Perín, Provincia de Formosa.
El yacaré desafiante parece interpelar a los espectadores que también asistimos a la muerte de algunas cabras por una enfermedad inexplicable, al ruido de las topadoras que arrasan con el monte formoseño, a las respuestas vacuas de la dirigencia blanca. El caimán considerará que pertenecemos a la misma especie responsable de depredar el medioambiente y de expulsar, cuando no aniquilar, a sus pobladores naturales.
Es lícito personificar el pequeño cocodrilo ante una propuesta que retoma una antigua leyenda (qom) sobre los poderes de un árbol (negro). Además de documental observacional, el largometraje de Ciambella y Coluccio es un ejercicio poético con un claro sentido político.