La semana pasada se celebró el VIII Seminario de Innovación y Turismo en el ParcBIT de Palma de Mallorca. Este año la temática elegida ha sido la creatividad en el sector turístico. No he podido asistir a todas las ponencias pero sí a la mayoría, lo que me ha permitido ver cuál es la tendencia de este año.
La primera sensación que tuve es que no hemos avanzado mucho respeto al año pasado. Hay temas que siempre se repiten, problemas que nunca se arreglan y buenas soluciones pero de difícil aplicación que se terinan por no aplicar. Podríamos decir que los ponentes se dividen en 3 grupos: ponentes fijos, ponentes invitados de fuera y empresarios. Hablemos un poco de esta clasificación:
- Ponentes fijos
Los ponentes que entran en este grupo son normalmente académicos de la Universidad, la mayor parte de la UIB. Estos académicos que asisten como ponentes pertenecen en su mayoría al departamento de Economía. Una vez más, nos encontramos con que no hay presentes académicos provenientes del área de turismo (y que sean de la UIB). La explicación, como ya he comentado otras veces, radica en que esta universidad carece de un departamento especializado en esta materia, lo que imposibilita tener expertos en turismo y que a su vez éstos sean locales.
- Ponentes invitados de fuera
Cada año podemos disfrutar de la presencia de algunos ponentes que vienen de fuera a compartir su experiencia y comocimiento con todos nosotros. Este año el más destacado ha sido Bruce Turkel que nos ha explicado el caso de Miami y cómo se ha gestionado la marca de este destino.
- Empresarios
Este grupo se podría subdividir en 2 grupos más. Uno formado por auténticos emprendedores que apuestan por la diferenciación implementando en su empresa modelos innovadores de verdad. El otro subgrupo estaría formado por representantes de otras empresas más conservadoras y con más presencia en el mercado que, normalmente sus presentaciones consisten en explicar lo bien que lo hacen y lo bien que les va, además de regalarnos una pequeña dosis de publicidad gratuita.
Una vez explicada la estructura organizativa de este seminario, ya podemos hablar del contenido. Parte de este contenido es repetido cada año. Las carencias de la carrera de Turismo y la falta de actualización por la misma suele ser comentada tanto por profesores participantes en el seminario como por alumnos asistentes en el mismo. Concretamente, Rey-Maquieira es quién empieza el debate que nunca está de más tenerlo en cuenta.
Este año se habló de la importancia de diferenciarse de la competencia a través de modelos innovadores, lo que implica contar con equipos de trabajo creativos y capaces de gestionar esa creatividad. Se insistió en que la innovación no consiste solo en ser creativos y que la creatividad no sale de la nada. No basta con tener ideas, éstas se tienen que tener en el momento adecuado y en el lugar preciso y bajo el paraguas de una detallada planificación.
Se puso mucho énfasis en el miedo asociado al fracaso. Fue Sonia Fernandez Vidal la que se encargó de remarcar este miedo a fracasar, ligado al miedo a preguntar, cuestionar y criticar. Este miedo debería ser analizado ya que parece que en nuestro país se acentúa. No nos iría nada mal perderlo.
Se habló de lo fugaz que está resultando el tiempo en estos momentos que corren. Ser flexibles al cambio se hace imprescindible para avanzar o, simplemente, sobevivir. Hoy en día todo cambia y lo hace a un ritmo vertiginoso. Una vez más, se trata de renovarse o morir. Sonia Fernandez Vidal explicó esta parte mencionando una de las frases de Alvin Toffler: “Los ignorantes del siglo 21 no son aquellos que no pueden escribir ni leer, son aquellos que no pueden aprender, desaprender y volver a aprender.”
También se dio mucha importancia al hecho de que el sector público colabore activamente con el sector privado, con el fin de emprender acciones conjuntas en el ámbito turístico. Luis del Olmo, vicepresidente ejecutivo de Sol Meliá, insistió con la necesidad de que el sector público apoye al sector turístico, concretamente, cuando presentaba la planificación de Sol Calvià Resort, proyecto que, por cierto, no me termina de convencer.
Foto: Orkboi