Introspección táctica: Facundo Sava

En una nueva entrega de “Introspección táctica”, MuyFútbol analiza a Facundo Sava, quien comenzó su incipiente carrera con la permanencia en primera de San Martín. El joven entrenador tomó las riendas del equipo en la mitad del torneo Clausura 2012 y colaboró para reconfirmar su posición de privilegio.

Comienzo y final en el Oeste:

De extensa trayectoria dentro de las canchas, Sava dio sus primeros pasos en la cantera de Ituzaingó, aunque su debut oficial como profesional tuvo lugar en Caballito, en 1993. Ferro cobijó su figura durante tres años, tiempo en el que el delantero sufrió desamores con algunos hinchas y marcó 9 goles en 80 partidos.

Su performance en el Verdolaga llamó la atención de Boca, donde pasó fugazmente sin muchas oportunidades. Por ello, y con una sola temporada en la Ribera, emigró hacia Gimnasia y Esgrima La Plata, que atravesaba un excelente andar institucional. Con la camiseta del Lobo luchó por varios títulos locales y disputó cerca de 200 encuentros y festejó 67 tantos, al tiempo que se inmiscuía en el mundo de la psicología social. “Es elemental estudiar”, afirmó.

Tras sus gratos recuerdos en el Bosque, decidió viajar hacia el Viejo Continente con el objetivo de inflar redes lejos de su hogar. “La gente en Inglaterra es distinta, pero confiable. En nuestro país, cualquiera te puede hacer una mala jugada”, expresó cuando defendía los colores del Fulham, de la Premier League. Además, también militó en el fútbol español, en el que integró los planteles de Celta de Vigo (ascendió a la Liga en 2005) y Lorca.

Racing Club fue su destino luego de regresar de tierras europeas. En una institución aquejada por las deudas y con malos resultados deportivos, Sava se erigió en el goleador del equipo que revalidó su lugar en Primera División frente a Belgrano, por la Promoción de la temporada 2007/08. Allí alcanzó el centenar de festejos en el ámbito local, logro que le valió diferentes reconocimientos y elogios.

En Arsenal de Sarandí presentó sus credenciales de artillero y conquistó la Copa Suruga Bank, bajo la conducción de Daniel Garnero. Y, posteriormente, recaló en Quilmes para ayudar al elenco del Sur bonaerense a retornar a la ‘A’ en 2010. Su estadía en el Cervecero sería seguida por su regreso a Ferro Carril Oeste, esa entidad tan querida por él y en la que gastó sus últimos cartuchos como futbolista.

Sava, encargado del desahogo sanjuanino:

San Martín había comenzado el semestre comprometido en relación a la lucha por evitar el descenso. Un inicio auspicioso levantó los ánimos de muchos hinchas, pero una pésima racha de ocho encuentros sin alegrías derivó en la despedida del técnico Garnero. Ante este oscuro panorama, la dirigencia verdinegra decidió apostar por un proyecto sustentable y se inclinó por Facundo Sava, un técnico con claridad pero inexperimentado.

El triunfo frente a Godoy Cruz de Mendoza, en la reedición del Clásico Cuyano, resultó una inyección anímica determinante para el plantel. A base de buen fútbol y una actitud atrevida, San Martín consiguió unidades fundamentales que le permitieron escapar de la zona de descenso directo.

La irregularidad, no obstante, se hizo presente en momentos claves, razón por la cual el 11 de Sava debió enfrentar a Rosario Central en la última Promoción de la historia. El tan temido repechaje acabó favorablemente para San Martín, que sobrevivió a los vaivenes futbolísticos que sufrió a lo largo del año.

Educación y pelota, de la mano:

A pesar de haber debutado hace poco tiempo, Sava se muestra como un admirador del fútbol protagonista. En San Martín encontró interpretes ideales para retratar su filosofía, la cual consiste en tomar la iniciativa y poseer al arco rival como único objetivo. Federico Poggi, Marcelo Carrusca, Gastón Caprari y Emanuel Más representaron piezas claves para permitir un andamiaje aceitado y satisfactorio.

San Martín mantuvo la categoría junto a Sava:

En cuanto a referentes, el ex atacante ha recibido marcas imborrables de Carlos Timoteo Griguol, quien lo dirigió en los buenos tiempos de Gimnasia. Tanto para Sava como para el Maestro la educación figura como un pilar fundamental. “No se perdona el error y al éxito se lo convierte en seguida en un ‘somos los mejores’”, había comentado el psicólogo social, dando muestras de una cordura poco habitual en el ambiente.

Sin embargo, la vida de Sava no sólo se centró en una cancha: por su vocación, se alejó de la línea de cal para expresar sus experiencias en papel. Las mismas se volcaron en el libro “Los colores del fútbol”, publicación de ediciones Al Arco.