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Introspección Táctica: Gustavo Alfaro

Publicado el 06 junio 2012 por Marianofusco

Introspección Táctica: Gustavo Alfaro

Gustavo Alfaro se convirtió en sinónimo de Arsenal desde hace algunos años. Su relación con el club comenzó hace relativamente poco tiempo y mucho después de una trayectoria dura y trabajada desde el Ascenso.

Sus inicios

Santafesino de 49 años, siempre se identificó con el club de su ciudad: Atlético Rafaela. Allí fue un regular jugador de ascenso entre el 89 y 1992, sin embargo, comenzó a hacer ruido del otro lado de la línea. Al poco tiempo comenzó a dirigir a la Crema donde estuvo hasta 1995 dejando un sello de su afición y productividad en el largo plazo. La historia del Lechuga parece ser cíclica: sumó experiencia en el ascenso pasando por Patronato, Belgrano y Quilmes hasta retornar a Rafaela(98-2000).

Introspección Táctica: Gustavo Alfaro

Durante su paso por Quilmes

Tiempo después tuvo un segundo paso por Quilmes donde obtuvo el ascenso a Primera (y jugó la Libertadores), experiencia que también vivió en el ignoto Olimpo de 2001. Sus usanzas más olvidables son casualmente en los clubes más grandes. Primero, San Lorenzo donde duró un torneo y medio siendo quinto pero repudiado por su poca vistosidad, y Rosario Central (14 partidos dirigidos, terminó anteúltimo el Apertura 08, llegó hasta la cuarta del Clausura 09).

De todas maneras, su lugar en el mundo parece ser Arsenal, donde llegó en 2007 y durante su gestión -dicho por él mismo-, dejó de ser Arsenal de Sarandí para ser Arsenal de la Argentina. Ya es su segunda etapa, ya que en medio de estos cinco años hubo un paréntesis en 2009 donde tuvo su fallida experiencia como entrenador de Central.

Su estilo

Por sus orígenes, coincide con Ricardo Caruso Lombardi en lo complicado que le valió hacerse un nombre en Primera y en más de una ocasión ha elogiado al polémico entrenador de San Lorenzo. Justamente en Boedo tuvo un paso traumático donde no llegó a conformar el equipo que deseaban con Montero, Mateo y Cardozo como destacados. Fue el club de los Grondona quien le dio una nueva oportunidad.  “Ese año para mí era muy importante porque tenía que demostrar capacidad para dirigir en primera. Yo sentía que, para mí, ése era el año más importante de mi carrera y cada jugador debía pensar lo mismo”. Mal no le fue. Sumó sesenta puntos, clasificó a la Libertadores y a la Sudamericana que ganaría meses después en diciembre de 2007.

Aquel título continental le dio un salto de calidad a su labor en Sarandí. Con el Papu Gómez como mejor jugador , juntó experimentados (San Martín, Andrizzi, Cuenca, Calderón, Cristian Díaz, Yacuzzi) y dio la vuelta olímpica en la cancha de Racing, tras ganarle al América mexicano y vivir históricas epopeyas para el club.

Su habitual frase “no hay que tener miedo a soñar” tuvo veracidad en la obtención del certamen. Habitué de charlas motivadores, divide los campeonatos en bloques con un objetivo final y otros a corto plazo. “Si cumplís los objetivos a corto plazo, cada vez te acercás más a lo que pretendés. Ganar da confianza, la confianza trae seguridad y la seguridad te soltura para que el equipo pueda crecer y conseguir resultados”.

No propone un fútbol de alto vuelo, pero sus equipos 4-4-2 son una piedra en el zapato para cualquiera. Su convencimiento por su idea lo reflejó una vez en una entrevista en La Nación: “No me detengo a luchar contra esa especie de prejuicio que habla de un equipo defensivo, porque en definitiva las cosas se demuestran en la cancha”. En la cancha en este Clausura 12, su equipo convirtió 23 goles a favor, siendo superado únicamente por Boca Juniors, puntero.

Una habitual vía por donde convierten sus equipos son las pelotas paradas: enfermizo y minucioso, las prepara en el pizarrón y las repite sacándole provecho. En estos días son la pegada de Juan Pablo Caffa/Adrián González y los cabezazos de Guillermo Burdisso/Lisandro López. Licha reconoció en Noviembre pasado a El Gráfico: “Gustavo me dijo que estaba para Europa cuando llegué”. Tan errado no estaba.

En los detalles, durante seis años contó con un colaborador de lujo y hombre cercano a las tecnologías: Alejandro Manograsso, quien desde el pizarrón táctil y la laptop le aportó los datos que le pedía el entrenador. Manograsso, tiempo después se sumó al cuerpo técnico de Sergio Batista en la Selección Argentina. Tal vez allí esté la causa de la poco habitual declaración de Alfaro para el Checho cuando fue elegido por Grondona: “no estoy de acuerdo. Deberían priorizar a quienes tienen méritos”.

Introspección Táctica: Gustavo Alfaro

El plantel en aquella recordada final ante el América

Cauto y de perfil bajo prefiere no polemizar con el periodismo, a tal punto que por ejemplo, el tercer puesto actual de Arsenal pasa inadvertido.

Su vida

De un nivel intelectual superior al que prevalece en el ambiente, lee mucho sobre filosofía, manuales acerca de manejos grupo y cita todo tipo de frases permanentemente desde Sócrates hasta fragmentos de canciones. Casado con dos hijas, opta por los asados y le dedica tiempo a las plantas de su casa.  En 2010 fue contratado por una cadena televisiva mexicana para comentar el Mundial de Sudáfrica.

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Junto a uno de sus pollos: Luciano Leguizamón

Busca inculcarles a sus jugadores el hambre y la búsqueda por más. Víctor López, Raymonda, Caffa, Braña, Papu Gómez, Óbolo, Alayes, Desábato, Caneo, Leguizamón, entre otros crecieron con él. En su motivación por tener a todo el plantel activo repite: “las camisetas tienen números y no nombres”. Una anécdota de cómo los pincha a sus jugadores la contó en La Nación en 2006:

“Antes de jugar con Estudiantes, para chuzarlos , les dije a los jugadores: «Bueno, los felicito por la campaña, fue extraordinaria, fue histórica, la mejor del club en primera. Por eso mi idea es adelantarles las vacaciones. Que arranquen ahora mismo y listo, felices Fiestas. Nos vemos en la pretemporada en Tandil. Total, con Estudiantes presento un equipo alternativo y así tienen una semana más de vacaciones. Salvo que ustedes quieran lo contrario».

Entonces saltaron todos: ¡No! ¡Que tenemos que ganarle a Estudiantes! En definitiva, más allá del resultado final, eso te marca la pauta de las actitudes que tiene este plantel. Es un plantel que siempre quiere más y te pide más”

La historia vuelve a ser repetida con Alfaro. Hoy, Estudiantes, viejo rival, parece que será su próximo destino a partir de junio. En vez de relajarse y conformarse con la gran campaña de su Arsenal, mantiene vivas las esperanzas a tres fechas.  Entre col y col, Lechuga.


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