Introspección táctica: Juan Antonio Pizzi

Juan Antonio Pizzi es el entrenador de Rosario Central, club que comparte la punta de la B Nacional junto a River. Con la urgencia de ascender en su segunda temporada, fue el ídolo canalla quien le pudo dar el equilibrio que andaba necesitando un club con aspiraciones de grande.

Como futbolista

Oriundo del club donde dirige, tuvo tres etapas como jugador. Sus mejores años fueron jugando en España, siempre como centrodelantero. Salió goleador de la liga con el Tenerife, estuvo en el Valencia y hasta jugó en el Barcelona entre el 94-96 donde marcó el gol decisivo en la final de la Copa del Rey. También pasó por el Toluca (México), Porto (Portugal), River y Villarreal donde se retiró en 2002.

Con la nueve de La Roja

Fue tal la pasión de los españoles por su nivel que terminó vistiendo la camiseta de la Furia. Sin espacio en Argentina, se dio el gusto de enfrentar y marcarle a su país. En 1998 fue convocado para el Mundial de Francia 1998 y disputó un partido vs. Paraguay, justamente el último con la Roja. En total jugó 22 partidos y marcó ocho goles.

Como entrenador

Luego de su retiro estuvo hasta 2004 sin hacer nada. Allí le picó el bichito de volver al fútbol, entonces probó como representante y como entrenador en inferiores del Barcelona. Al año siguiente, lo contactaron de Colón, club del que es hincha aunque nunca jugó. Hizo dupla con Chemo Del Solar y duró tres partidos por malos resultados y problemas dirigenciales.

En 2006 estuvo un año en Perú con Universidad de San Martín y recién retornó al trabajo en 2009 al Santiago Morning (Chile) donde realizó una gran campaña y llamó la atención de la U Católica, club en el que obtuvo su único título desde el banco. Al año siguiente perdió la final con la creciente U y los Cuartos de Final de la Libertadores agónicamente. Pipe Gutiérrez, Menezes, Ormeño fueron algunos de los que se destacaron en su equipo.

Pero antes de renovar el contrato, a su puerta lo llamó Rosario Central y como una vieja debilidad no pudo decir que no ya a fines de 2011. Con el objetivo de ascender, pidió a gritos a Ferrari (“es el biotipo de futbolista y persona, es un referente”) y lentamente armó un equipo con Castillejos como goleador, una defensa experimentada (Lequi, Talamonti) y un mediocampo con dos todotorrenos como Julio Mozzo y Jesús Méndez.

Su estilo

Buen conductor de grupos, en Colo-Colo ya lo quieren en la próxima temporada para solucionar sus problemas internos. Poco atado a un esquema específico, reconoce que ante las necesidades toma decisiones no del todo bellas. Como entrenadores destacados menciona a Hiddink, a Van Gaal, Heynckes, Tulio Zoff y a Bauza. Se identifica con Valdano por su forma de pensar, es amigo de Guardiola y compartió plantel en el Barca en aquel año donde convivieron Pep y Mou.

No le gustó nada Ramón Díaz como entrenador, dice que aprende a diario “viendo todo” y le genera impotencia ver al Barcelona por lo imposible de repetir. Destaca al fútbol argentino donde hay “mucha paridad y cuesta marcar esa superioridad por más que tengas mejor equipo” y se realizan los entrenamientos de primer nivel.

De su posición de centrodelantero, tal vez le debe haber pasado algunos consejos a Castillejos, su nueve y actual goleador de la BN. “Lo más importante es la confianza en uno mismo, la perseverancia”. Además da consejos sobre el cabezazo, una de sus armas. Destaca la coordinación, el timming y el salto para mejorarlo. Sobre todo el salto. Ese salto que ahora busca darlo a Primera.