Revista Empresa

Intrusos

Publicado el 22 febrero 2014 por Soniavaliente @soniavaliente_
Segui @soniavaliente_ Alcossebre es un lugar maravilloso que ella vincula a su niñez. A días soleados, largos días de verano donde holgazanear, donde aburrirse profunda y soporíferamente. O donde no parar ni un minuto. Dependiendo del día, el minuto, de un ‘nublao’,  de la compañía. Más tarde, serían años de descubrimiento, pandilleo, de vacaciones en familia, en ese enclave semisalvaje entre la Serra de Irta y el mar. Primeros amores de plurilingüismo imperioso,  de baños desafiantes al corte de digestión, noches de bendita inconsciencia tratando de batir, en vano, algún récord olímpico de tolerancia al alcohol. Buenos años. Pero Alcossebre, fue por encima de todo, el reino de su padre. Quizá por ello, Alcossebre es un lugar al que ama. Profundamente. Y como una quiere lo mejor para lo que ama al conocer la iniciativa de Nacho Moscardó -el interiorista metido a diseñador de logotipos para patronatos de turismo- se alegró infinito. Al fin un poco de visibilidad para este municipio de Alcalà de Xivert. Luego, las críticas feroces. Amenazas, la retirada de la campaña. Pero ¿qué nos pasa? De acuerdo que es una época durísima para los diseñadores gráficos, no digamos para  el marketing on line -con la burbuja de los communities- o directamente, para el periodismo. ¿Debería ella, acaso, amenazar con contratar a los Miami para acabar con toda la fauna de Sálvame?  La otra tarde, sin ir más lejos, ante la incapacidad de Lydia Lozano a la hora de leer su sumario en el prompter Jorge Javier Vázquez le espetó entre risas: “Esto anima a la gente que nos ve. Es evidente que no se necesita ser periodista para trabajar en la tele”. La historia de su vida. Recuerda cómo en uno de sus últimos directos en Gandía se le aproximó un señor con su hija. “Perdona, ¿se puede hacer la nena una foto contigo? Es que quiere ser periodista, modelo o actriz. O algo”. Ella sonrió amablemente al smartphone e intentó explicarle a la niña: “Cariño, no es lo mismo”. Porque no es lo mismo. Pero, amigos, hay que sobrevivir. Nos llenamos la boca con el cacareado emprendedurismo y la reinvención siempre que no se nos pise la manguera. Que levante la mano aquí quién no haya escrito nunca una línea gratis o haya llevado una fan pagecomo inversión. Se lo imaginaba.

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