Revista Cultura y Ocio

Invasión. David Monteagudo

Por Mientrasleo @MientrasleoS
Invasión. David Monteagudo
     "La primera vez que vio a un gigante, García estaba tomando una cerveza en la terraza de un bar. Entonces no lo identificó como tal, tan sólo pensó que se trataba de una persona anormalmente alta; pero lo cierto es que, ya aquella primera vez, la visión le produjo un indenifible malestar, no tanto por la desmesurada altura del gigante, como por el hecho, insólito y sorprendente, de que nadie pareció rearar en su presencia."
     Así comienza la nueva novela del autor de Fin, un libro que cosechó éxito literario y cinematográfico y cuyo final me resultó decepcionante. Monteagudo había publicado algún título más, todos anteriores, pero cuando apareció su nueva novela "de verdad" me picó la curiosidad. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Invasión.
     Conocemos a García, un hombre normal que vive en una ciudad cualquiera, con una pareja rutinaria y un trabajo aún más rutinario. Su vida se ve profundamente trastocada desde el momento en que comienza a ver gigantes, o más concretamente cuando empieza a percibir como gigantes a personas de su entorno. Al darse cuenta de que él es el único al que le sucede, le hará pensar que se está volviendo loco mientras su mundo se ve invadido por estas personas de enorme tamaño.
     Vivimos en un mundo terriblemente rutinario que nos vuelve grises e indiferenciables. Somos presas de unos horarios y unos convencionalismos a los que incluso llamamos hobbies, que nos hacen previsibles en nuestras vidas, aficiones, horarios, amistades... y eso nos hace sentir cómodos. Es como un caparazón que nos envuelve y protege de posibles eventualidades. O al menos esa es la percepción del mundo que nos presenta Monteagudo y en el que García, su protagonista de apellido poco singular, se siente cómodo y feliz. O al menos, eso que uno entiende por felicidad y que puede acompañarle toda una vida si no descubre por el camino que hay algo mejor. Pero García, un día, ve un gigante. Dicho así parece una tontería, pero la visión de este ser en el que nadie parece reparar le resulta intranquilizadora hasta el punto de llegar a dudar de si es cierto lo que vio. Eso hasta que ve al siguiente, y luego otro más y otro... que van desestabilizando ese mundo seguro en el que se encontraba. Porque el autor lo que realmente nos propone no es una invasión de extraños seres, ni siquiera esa transformación en sí, no, lo que nos pone delante es la mente de su protagonista, García.
     Un hombre que comienza a dudar de su cordura, a verse empequeñecido en su entorno a medida que le van rodeando estos seres de tamaño colosal que parecen no reparar en su tamaño enorme. Y entonces se agarra a la lógica y llega a la más terrible de las conclusiones; ¿y si me estoy volviendo loco? Y decide acudir a un psiquiatra, enfrentarse a ese profundo terror que lleva atado la palabra locura. Una palabra tan terrible que le hace plantearse si no es mejor llegar a ella en solitario para no verse marcado, somo si su locura fuera tan visible para los demás, como lo son para él esas personas que superan los tres metros de altura.
     García lucha con el terror que le producen estas visiones, se intenta integrar nuevamente en ese mundo en el que vivía hasta hace poco mientras analiza qué parte de su vida ha podido llevar a su cerebro a imaginar eso. su trabajo, su pareja.. todo parece verse afectado por este estado mental. Y García recuerda ese tiempo en el que vivía feliz, y busca desesperadamente volver a integrarse en una sociedad que se mueve como una manada. Se angustia ante su nuevo estado logrando hacer lo propio con el lector.
     En su nueva novela, David Monteagudo enreda al lector en una trama fantástica, o en una alucinación con tintes murakanianos, en la que el lector se revuelve incómodo buscando una solución lógica a lo que allí sucede. Es imposible permanecer ajeno a la mente de García, no preguntarse qué está pasando realmente, sobre todo cuando se nos pone a prueba aumentando poco a poco la fiabilidad de esas "visiones", aportando datos, detalles puestos específicamente para que nosotros reparemos en ellos preguntándonos si esta vez el final estará a la altura. Y resuelve, ahora sí, de una forma tan lógica como impecable, que parece puesta allí para hacernos pensar una vez cerrado el libro si era eso lo que queríamos realmente. Lo que queremos realmente. Y lo pensamos mientras cerramos el libro mirando con suspicacia nuestro entorno, porque Invasión es un libro que intranquiliza durante su lectura y cuya sombra se proyecta durante varios días después de haberlo terminado.
     Invasión es una lectura diferente, más que recomendable y que nos deja regusto a algún título ya clásico.
     Si hay algo que no perdono a un libro, es un final que no esté a la altura de lo relatado, me siento como si me hubieran robado el tiempo que dediqué a esa lectura. Por eso esta vez ha sido tan satisfactorio el título que os traigo. Pero si pienso justo en el lado contrario, y casi por curarme en salud... ¿recordáis algún título cuyo final os pareciera decepcionante?
     Gracias

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