INVEGEN: I+D aplicado a la agricultura

 Elena F. Guiral

Ingeniero agrónomo, idealista, emprendedor y… apasionado del mundo agrícola. Son las características que definen a Gonzaga Ruiz de Gauna*, gerente de la Asociación para el Fomento de la I+D Tecnológica en Genómica Vegetal (INVEGEN) desde su creación en 2005. Esta asociación pretende fomentar el desarrollo de la I+D en materia vegetal y servir de punto de encuentro entre la empresa privada y la investigación pública en nuestro país. Con motivo de la reciente publicación de la guía Biovegen I+D+I en Biotecnología Vegetal, Ruiz de Gauna hace balance del primer año de funcionamiento de esta plataforma y de la situación de la innovación y el desarrollo en materia agrícola en nuestro país

¿Cómo nace INVEGEN?

Todo surgió en 2005, cuando el Ministerio de Educación y Ciencia se interesó por desarrollar el plan KBBE** en nuestro país. Se dieron cuenta de que no había aquí ninguna institución similar que agrupara innovación, ciencia y empresa como en Francia o Alemania y convocaron al sector privado para lanzarle el guante. Hoy forman parte de la asociación 29 entidades, entre empresas, asociaciones e instituciones públicas.

¿Y cómo acabó convirtiéndose en el germen de la plataforma Biovegen?

En realidad nosotros ya nacimos con vocación de plataforma antes incluso de que el Ministerio de Ciencia e Innovación diera vida a este proyecto en 2009. Se trató de un proceso de reconversión en el que no pudimos mantener el nombre de Invegen porque una plataforma tecnológica no podía tener entidad legal. Por tanto INVEGEN se mantiene como núcleo logístico y legal de Biovegen, aunque el core de nuestras actividades a día de hoy es Biovegen.

¿Cuáles son los principales objetivos de Biovegen?

Escuchar las necesidades del sector privado relacionado con la mejora vegetal y servir de punto de encuentro con los desarrollos científicos que se están llevando a cabo en España. De hecho, nos dirigimos especialmente a las PYMES de carácter nacional. Nos dedicamos a fomentar la I+D+I en aquellas empresas que tienen menos recursos y menos perspectiva de futuro. El sector agrario, que a mí particularmente me apasiona, es muy tradicional y le cuesta innovar. Hay empresas pioneras que lo tienen muy claro, pero hay otras a las que les está costando darse cuenta. Es ésta nuestra principal labor, hacerles ver la necesidad de apostar al 100% por las nuevas tecnologías en el sector de la mejora vegetal y acompañarles en este viaje apasionante.

Imagino que es en este entorno en el que surge la idea de crear la guía Biovegen de I+D+I de Biotecnología Vegetal…

Así es. Uno de los problemas de la falta de innovación en el sector agrícola es que no hay suficiente transferencia de tecnología. No olvidemos que estamos hablando de un sector económico realmente potente en nuestro país que cumple funciones tan vitales como contribuir a la cohesión territorial. Hemos pretendido ofrecer una brújula que guíe a empresas y también a investigadores en el complicado panorama de los actuales mecanismos de financiación nacionales, internacionales y regionales. No es información exhaustiva, sino panorámica cuyo objetivo es ayudar a tomar decisiones. El multiformato, con una guía breve y pósters extraíbles también me parece muy práctico. La guía está compuesta por una encuadernación que se puede mantener a lo largo de los años, para ahorrar costes, una guía breve que puedes llevar contigo porque es muy manejable y varios pósters, que también se pueden ir renovando de forma individual. Nuestra idea es actualizarla de forma anual o cuando haya cambios significativos en el entorno de la financiación a la I+D+I. En un principio la guía en papel está disponible solamente para los socios, pero estamos estudiando la posibilidad de colgar en breve plazo una versión on line de acceso libre.

En tu opinión como experto del sector, ¿a qué retos se enfrenta la agricultura del siglo XXI?

La agricultura del siglo XXI tiene unos desafíos por delante realmente brutales. En el caso de España en particular y Europa en general si no nos tomamos las cosas en serio perderemos nuestra soberanía alimentaria y acabaremos dependiendo de los países emergentes, como nos sucede en otros sectores como el energético. No podemos competir en precio, por lo que la innovación y el desarrollo son la única respuesta. Tenemos que dar un paso más allá de lo que supuso la Revolución Verde en la que era el suelo el que se adaptaba a la planta. Es la planta la que debe adaptarse al suelo. A suelos no cultivables, contaminados, bajos en nutrientes, a condiciones de salinidad y sequía… En esto el papel de la biotecnología aquí es clave. Necesitamos aumentar productividad y reducir insumos. Como leí en vuestro blog hace unos días, en el mundo tienen que comer 6.000 millones de personas, no 6 millones de pijos.

¿Calificarías entonces de positiva la trayectoria de INVEGEN hasta la fecha?

Sí, estoy satisfecho con los resultados obtenidos. Estoy empezando a recoger los frutos de un trabajo duro, que comencé en solitario. Dejé mi trabajo en Genoma España, una fundación ya consolidada para apostar por un proyecto nuevo, bonito y arriesgado, pero con el que me sentía muy identificado. Ha sido como ir subiendo por la ladera hasta la cima y allí tirar una bola de nieve. Ves como poquito a poco va rodando, haciéndose más grande y consistente. Lo mejor de mi trabajo, sin lugar a dudas, es poder ver los resultados de mi propio esfuerzo de forma tan tangible.

* Gonzaga Ruiz de Gauna es Ingeniero Agrónomomo (UPNA) y Máster en Gestión de Empresas de Biotecnología (Escuela de Negocios Aliter)

**Transnational Plant Alliance for Novel Technologies-toward implementing the Knowledge-Based Bioeconomy in Europe