Marcaré la casilla en la declaración, pero cuando sean máquinas las encargadas de la BBC española (entiéndase Bodas, Bautizos y Comuniones).
Tenía que ser Japón el primero en hacerlo, una boda oficiada por un robot; para aquellos que se resisten a la tecnología y para irnos preparando para la integración de los robots en nuestra vida cotidiana.
Qué bueno tener uno de estos en casa para las labores que nos desagradan cuando estamos muy cansados, uno que nos sirva de psicólogo escuchando atentamente nuestros problemas, que no nos riña; con una base de datos que nos sirva de consulta médica, de asesor financiero, de guía turístico, de profesor de idiomas, de crítico de arte; la inteligencia artificial está a la puerta y estos humanoides vendrán programados para todo.
En el mundo existen desde hace tiempo como un millón de robots pero en el área industrial, ha llegado la hora de que pasen al plano doméstico, para el cuidado de los ancianos, de los enfermos, serán los futuros cocineros, limpiadores, harán todas las chapuzas de la casa, te ayudarán a controlar el gasto en el hogar y quizás logremos llegar a fin de mes. Lo único que espero es que estos no terminen también siendo pederastas.