Estas imágenes constituyen un claro ejemplo de que cuando estos ariscos rálidos colaboran con el fotógrafo los resultados resultan mas que interesantes. Este Ipacaá en particular permaneció al costado del camino pese a que nosotros nos acercábamos lentamente a el; siempre atento a nuestros movimientos logramos acercarnos hasta menos de 10 metros de distancia. Los retratos son autoría de Luis con el Sgma de 500mm, la foto de cuerpo entero es de Javier con un Nikon de 300mm.
UC. Cambyretá Marzo 2015.