Irán se preparara para la nueva Revolución

La sangre joven se prepara para vivir algo histórico. Hace tres décadas fueron sus padres los encargados de tomar el timón del país y ahora es su turno. La época de los ayatollahs toca a su fin. Irán se prepara para vivir una nueva Revolución que acabe con el sistema anacrónico y arcaico que gobierna el país desde la caída de la monarquía de Reza Pahlevi. Irán cambió a raíz de las controvertidas elecciones de junio. La oposición al régimen salió en masa a las calles para manifestarse en contra del ‘pucherazo’ que otorgó la victoria electoral a Mahmud Ahmadineyad… Pero aquellos rescoldos no se acabaron de sofocar y han vuelto con más fuerza. Ese es el verdadero poder de la nueva sangre iraní y ahí es donde se harán fuertes.

Su ímpetu por cambiar las cosas en su país les ha llevado a lanzar un órdago al régimen. Y han elegido la fiesta de la Ashura- que conmemora el mito fundador del islam chií: la muerte de Husein, el nieto de Mahoma, a manos del califa Yazid- para poner contra las cuerdas a los ayatollahs que se enfrentan a un dilema: dejar que la oposición tome las calles de las principales ciudades o reprimir con extrema dureza las protestas- se habla de una docena de muertos. Optaron por sofocar las voces opositoras con mano dura y las calles de Teherán- centro neurálgico del país- se convirtieron en un reguero de sangre. Sangre nueva vertida para cambiar un país arcaico que pide a gritos una reforma.

Entre los muertos se encuentra el sobrino de Musaví- líder opositor. Alí Musaví habría sido alcanzado por una bala en la calle Engueleb y a pesar por los esfuerzos por salvarle la vida habría fallecido camino del hospital Ibn Sina de Teherán. Pero la vida del Alí Musaví no es la única que se ha cobrado la nueva revolución. Junto con él más de media docena de manifestantes habrían fallecido, así lo confirmó Ahmad-Reza Radan, vicejefe de la policía de Irán quién atribuía las muertes a diversos accidentes ocurridos en la capital, afirma la web de la cadena de televisión estatal Press TV. Por otra parte, el jefe de la Polícia de Teherán, Azizollah Rayabzadeh, ha negado que los manifestantes hubiesen fallecido a consecuencia de un tiroteo. “La Policía no ha disparado en Teherán y las fuerzas de seguridad no llevaban armas cuando han intentado dispersar a los manifestantes”, ha asegurado.

Pero sus palabras chocan de frente con el relato de los testigos que afirman que la Policía abrió fuego contra la multitud alcanzando a varias personas. El desencadenante se puede encontrar en la férrea oposición de los manifestantes que han respondido al lanzamiento de gases lacrimógenos por parte de la policía con barricadas, lanzamiento de piedras y destrozos en el mobiliario urbano; además de destrozar e incendiar varios coches de policía y motocicletas. Dada la poca efectividad de la policía y los basiyies- grupos de afines al régimen- de contener a los manifestantes en la avenida Enghelab a base de cargas con escudos y porras los policías habrían recibido orden de abrir fuego contra los opositores…

Aquí es donde la información se vuelve confusa ya que los medios de información nacionales no ofrecen informaciones fiables y los periodistas extranjeros tienen prohibido cubrir las manifestaciones así que nos tenemos que remitir a los vídeos que ha colgado la oposición en internet y donde se hace visible los estragos de los enfrentamientos. Varios hombres ensangrentados e inmóviles sobre grandes charcos de sangre son levantados en volandas por sus compañeros. Sus cuerpos inertes son llevados al hospital mientras se escuchan detonaciones de fondo…

“Tres personas han resultado muertas y otras dos heridas cuando la policía ha abierto fuego contra los manifestantes”, se puede leer en la web reformista Jaras. Ángeles Espinosa, corresponsal de El País en Teherán logró hablar con una testigo. “No sé si ha habido muertos, pero desde luego sí heridos graves. Justo a la puerta de mi casa he visto como introducían a una chica que se estaba desangrando en el interior de un coche”, ha relatado el testigo.

Dado el cariz que están tomando los acontecimientos el clérigo opositor y candidato en las pasadas elecciones, Medí Karrubi, ha criticado duramente al Gobierno por las muertes a manos de la policía de varios manifestantes. “¿Qué ha ocurrido con este sistema religioso, que ordena matar a personas inocentes durante el día santo de la Ashura? ¿Por qué los gobernantes no respetan este día sagrado?”, se preguntaba el clérigo.

Desde el Gobierno buscan soluciones desesperadas para tapar el conflicto interno y han vuelto a señalar hacia el exterior para buscar culpables. “Las potencias extranjeras han iniciado las protestas”; pero este discurso no ha convencido a nadie y cientos de miles de iraníes han salido a la calle para clamar un cambio. Son las protestas más numerosas que se producen en Irán después de la controvertida reelección de Mahmud Ahmadineyad… Algo está cambiando en Irán.