
Este pan que les propongo hoy es el anti-excusas. A las pruebas me remito: "Que no tengo tiempo para cocinar" - En un ratito, estará listo el pan, puesta la mesa y lavados los trastos.
"Que no me salen los panes y me complico con las levaduras" - No puede fallar porque es muy-muy-fácil; además, no lleva levadura.
"Que soy fatal amasando" - No requiere de amasado.
"Que no tengo muchas cosas en casa y, seguro, me falta algún ingrediente" - A que los ingredientes que se necesitan están en la despensa y heladera/nevera/refrigerador como que hoy es San Patricio...
A propósito de ello, aquí dejo el listado de ingredientes para ponernos a cocinar, sin más vueltas :D

¿Empezamos? Así, en un ratito, podemos disfrutar de esta delicia con todas las letras en una versión recargada con algunos ingredientes extra que le aportan más sabor todavía.
En un bol, disponé 200 gramos de harina integralfina junto con 300 gramos de harina 000 (pueden ser 375 gramos, según la molienda de la harina, la humedad ambiente y la altitud del lugar en el que te encuentres). Agregá pizca de sal, 2 cucharadas de ciboulette deshidratado (el que utilicé es orgánico; también podés emplear fresco), pimienta y nuez moscada recién molidas y 1 cucharada generosa de bicarbonato de sodio.

Aparte, mezclá 350 cc. de buttermilk (no desesperes si no la conseguís en el mercado porque podrás preparar, de manera casera, un sustituto que funciona perfectamente. En Algunas observaciones y recomendaciones finales te enseño mi fórmula) con 1 cucharada de miel (orgánica, mucho mejor; si lo deseás, podés sustituirla por miel de caña, de maple o arce, o por extracto de malta) y 1 huevo grande (de campo/ecológico/pastoril).

Formá un volcán en el centro de los ingredientes secos y, allí, volcá los líquidos. Mezclá un poco con cuchara de madera y agregá 1 taza de queso Parmesano rallado y unos 4-5 tomates secos (que hidrataste previamente en agua caliente y picaste en pequeños trozos). Continúa uniendo la mezcla con cuchara de madera para integrarla. En este momento, si fuera necesario porque la masa está demasiado húmeda, incorporá más harina común.

Entonces, espolvoreá un poquito de harina sobre la mesa de trabajo, volcá la mezcla obtenida, espolvoreala ligeramente con algo más de harina y dale forma de bollo/de pan de campo con las manos, pero sin amasar mucho.
Ubicá el bollo en una placa para horno enharinada (también podés utilizar un molde para tortas/tortera) y disponé, nuevamente, por encima, una lluvia de harina. Por último, con un cuchillo bien afilado, practicale un corte en forma de cruz.

Cocinalo en un horno precalentado a 190°C por unos 35-40 minutos. ¡Y la química hará todo el trabajo!El pan estará listo cuando la cubierta esté dorada y, al golpear la base con los nudillos, suene a hueco.

Al sacarlo del horno, dejalo descansar sobre una rejilla para que se enfríe y, una vez que esté tibio o frío, ya podés disfrutarlo con manteca/mantequilla o quesos varios (cremosos para untar, vegetales o en escamas), preparar tostadas, sándwiches, bruschettas o crostinis, acompañar huevos, cazuelas, picadas/picoteos...

Algunas observaciones y recomendaciones finales: Para preparar el buttermilk casero sólo deben añadir 1 cucharada sopera de jugo de limón o de vinagre de alcohol (también pueden utilizar vinagre de manzana) por cada 100 cc. de leche (En este caso, como la receta requiere de 350 cc. de leche se deberán agregar unas 3 cucharadas de vinagre). Luego de ello, deben dejar que descanse por unos 10-15 minutos. No es necesario revolver para obtener excelentes resultados.
La magia de esta receta radica en la combinación química del bicarbonato de sodio con el ácido del buttermilk (comercializado o casero, se obtiene el mismo resultado). En el caso del vinagre de alcohol (solución de ácido acético y agua) o del jugo de limón (ácido cítrico), ambos producen una reacción química con el bicarbonato de sodio en la que se libera dióxido de carbono, agua y sal (acetato de sodio), encargados de provocar que la masa crezca y se forme un patrón alveolado sobre la miga, quedando esponjoso y con una miga suave.
Para que comprendan cabalmente la relevancia de este plato en la cocina irlandesa, cabe mencionarse que existe la Sociedad para la Preservación del Irish Soda Bread que rescata - para actuales y futuras generaciones - la receta original de este tradicional pan, sentenciando de manera categórica que cualquier receta que contenga algo más que harina, sal, buttermilk y bicarbonato de sodio convierte a esta preparación en una Tea Cake (pan, budín o torta que se sirve con el té de la tarde). Dicho esto, queda claro que si visito Irlanda próximamente, lo mejor será que me mantenga alejada de la Sociedad porque me considerarán persona non grata por un buen tiempo... ;)

Este clásico pan de la cocina irlandesa, si así lo prefieren, puede prepararse sólo con harina integral. De igual manera, pueden reemplazar el queso Parmesano por el típico y famoso Cheddar irlandés (o el inglés) e incluir en la masa cebollas caramelizadas o cebollas de verdeo.La masa también queda muy gustosa si se la saboriza con ajo y se le incorporan espinacas salteadas y finamente picadas (si son hojas pequeñas o espinacas baby, pueden usarse crudas). Además, para aportar sabor puede incluirse orégano, pimentón ahumado, dulce o páprika. Incluso, hay muchas versiones de Irish Soda Bread dulce (que pueden o no contener cacao) con el agregado de pasas de uvas, cascaritas de naranja confitadas o en almíbar y chispas de chocolate.
El único punto en contra de este exquisito pan es que se seca con cierta facilidad. Por ello, lo ideal es consumirlo en el día (les adelanto que esto no será tarea nada difícil; en especial, si tienen niños en casa... y no tan niños, a quienes el pan los pierde) o comerlo tostado al otro día. De cualquier modo, tibiecito es un placer de esos bien sencillos que no tienen precio :)

Sé que los panaderos más puristas no verán con ojos de admiración a este pan porque no tiene levadura viva, no requiere de tiempos de leudado ni de un amasado a consciencia como otros de sus pares. Sin embargo, nadie puede negar que es ideal para sacarnos de un apuro, permitiéndonos lucirnos aunque no seamos especialistas, mientras nos deleita con su aspecto poco pretencioso, y sus sabores francos y amigables.
Prúébenlo y después me cuentan qué les ha parecido. Estoy segura que en sus casas será todo un éxito ;)

Los espero la semana próxima. Hasta entonces, les deseo que estén muy bien, disfruten junto a sus seres queridos y experimenten en la cocina :)
Textos y fotografías: ©Bouquet Garni Recetas
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