En el año 2000 se produjo una escisión en la DO La Mancha. Un grupo de viticultores decidieron establecer una nueva DO bajo el nombre de “Manchuela” convencidos que las características y peculiaridades de su zona les ofrecían suficientes argumentos para diferenciarse y producir vinos singulares bajo una nueva denominación. Suelo arcillosos en altura y una combinación de climas en las confluencias de los ríos Jucar y Cabriel les impulsaron hacia un proyecto que hoy se materializa en vinos como del que os vamos a hablar en esta entrada.
La DO Manchuela produce vinos rotundos. La variedad autóctona es la Bobal, identificada con la DO Utiel-Requena y muy extendida en la comunidad valenciana, pero en este caso, os estamos hablando de un vino hecho de Malbec y Syrah,… ni más ni menos. Hace unos días, comentábamos sobre las Malbec monovarietales que se producen en Cuenca (La Oveja Tinta). Hoy toca hablar de un coupage, pero quede claro que en ambos casos nos encontramos con vinos que surgen de unas viñas en altura, sujetas a climas áridos y cuyo resultado son unos vinos con cuerpo, tánicos y astringentes, vamos … de los que secan la boca.
Irrepetible es un vino de las Bodegas Alto Landon, en Landete (Cuenca). Su color ya nos anuncia que es un vino poderoso. De capa media-alta y color rojo rubí, sus ribetes azules y violáceos nos señalan un carácter joven pero con personalidad. En nariz no es excesivamente expresivo, a menos que lo descorches con mucha antelación y lo dejes oxigenar hasta que las notas frutales del Syrah aparezcan. Aun así, a nosotros no nos pareció un vino excesivamente “oloroso”. Ahora si, cuando entra en la boca es donde Irrepetible se muestra rotundo. Tal es la fortaleza astringente de sus taninos que tienes la sensación de haberte bebido un “papel secante”, aunque esto solo dura unos instantes puesto que rápidamente un correcta acidez corrige el primer impacto. El segundo sorbo de vino ya te aporta nuevas sensaciones, más equilibradas y sutiles. La segunda fermentación maleolactica afina y domestica su genética y un final ligeramente amargo mantienen su persistencia en el paladar.
En resumen, un vino rotundo para ocasiones rotundas que tiene el beneplácito de Peñin y que podréis encontrar en el lineal de Lidl por un excelente precio, alrededor de los 7 €.
Si estais pensando en una comida a base de brasas y quereis sorprender a vuestros invitados, quizás este sea un de los vinos que debeis contemplar como acompañamiento, nunca en solitario.