Entre las imágenes se encontraban las cuatro reinas de Queen Elizabeth II of the United Kingdom (1985), de Andy Warhol. Estas piezas están basadas en una fotografía del aniversario de la coronación de 1977. Utilizar fotografías como base para sus creaciones es algo que Warhol ya había hecho en numerosas ocasiones. Es parte de su estilo característico, junto con la repetición, el consumismo y los personajes populares.
Una de las reinas de Warhol y la fotografía original.
Lo curioso es que el día anterior había leído una noticia sobre el caso Shepard Fairey y Associated Press. Seguro que os acordáis del reconocible póster de Obama que fue usado extraoficialmente en la campaña electoral de 2008. Era obra del artista urbano Shepard Fairey, que por cierto sale en el documental de Banksy Exit through the gift shop. Associated Press denunció a Fairey por utilizar una de sus fotografías sin haber obtenido la licencia. Éste lo negó en todo momento y al final la cosa se calmó con el correspondiente aporte económico a AP. Resulta que Fairey ahora dice que creó pruebas falsas y mintió para evitar la condena. Tal vez su conciencia no estaba tranquila.
El póster de Fairey y la fotografía original.
Lo interesante es que por una parte tenemos a Warhol que admite directamente el uso de fotografías ajenas en su trabajo. Luego tenemos a Fairey que, al menos en un principio, niega el uso de fotografías sin licencia. He de decir que ambos artistas fueron denunciados por esta razón en algún que otro momento. Pero esto va más allá, porque por lo visto Fairey ha denunciado a otros artistas urbanos que usan sus imágenes para modificarlas a su gusto y crear otras. En fin, es una ironía del reciclado. ¿Qué es original y qué no lo es?, ¿qué tiene mérito y qué no lo tiene? La diferencia no está bien definida. Al final, no sé que pensar de todo esto.