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isla de Pascua, un dogma para reflexionar sobre el consumo excesivo de nuestra sociedad civilizada, según el escritor Joaquín Martinez Mameri

Por Nofler @nofler8

El enigmático caso de la Isla de Pascua

17 jun 10 Autor: Jo En: Mundomanía

isla de Pascua, un dogma para reflexionar sobre el consumo excesivo de nuestra sociedad civilizada, según el escritor Joaquín Martinez Mameri

La Isla de Pascua se sitúa en la Polinesia, en pleno océano Pacífico. En la actualidad pertenece a la bandera de Chile. Pero su pasado es uno de los más enigmáticos de la historia de la humanidad. De este pasado deberíamos sacar severas advertencias para el porvenir del planeta, de seguir obrando como lo hacemos en la actualidad.

Los aborígenes de aquella isla del Pacífico eran los Rapa Nui, cuya procedencia se discute aún: para algunos científicos, este pueblo procedía de Tahití; para otros, eran originarios de América del Sur.

Fue un pueblo próspero, que disfrutaba de un clima agradable y de un paisaje fértil, con fauna y flora variopintas¹. Esta sociedad se dividía en férreas clases², rendía culto a sus antepasados y deificaba a los dirigentes. La igualdad brillaba por su ausencia.

Se cree que a consecuencia de una sobre-población surgieron rivalidades entre los distintos clanes, las cuales condujeron a la guerra y posterior extinción de la población entera.

Comenzaron a cortar los árboles de manera masiva cuando los gobernantes, henchidos de orgullo, decidieron competir en monumentos a la memoria de sus ancestros. Las famosas estatuas, conocidas con el nombre de «moáis», son lo único que ha quedado de esta cultura, extinta porque fue presa de la prepotencia y la ignorancia de los habitantes.

Exactamente lo mismo que está sucediendo con nuestra opulenta civilización del Consumo a manos llenas, cuyo símbolo será -cuando todo haya acabado para nosotros- una simple y cilíndrica lata de coca-cola. Ese será el triste legado que dejaremos a las generaciones futuras: un campo estéril, con miles de desperdicios y latas de aluminio por doquier.

¡Y con eso tendrán que alimentarse los que nos sucedan en el tiempo!

Hay personas, muchas personas, que no lo quieren ver, cierran los ojos como si con ellos no fuera la cosa. Yo imagino al pueblo Rapa Nui cuando se dispuso a destruir el hábitat que permitía su existencia³, la propia existencia de este pueblo dirigido por la opulencia, la ceguera y el orgullo.

Y la historia se está repitiendo de nuevo, pero esta vez a escala mundial.

Si los habitantes de la Isla de Pascua se aniquilaron a sí mismos, podemos pensar que ése era su problema. Pero en estos momentos la mundialización se está llevando por delante a todos, inocentes y culpables, cómplices o ajenos a esta dinámica destructora que tanto caracteriza al sistema capitalista.

Aquí pagan justos por pecadores; y lo peor es que no habrá una segunda oportunidad para nadie. Hemos transformado el mundo en otra Isla de Pascua.

 

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¹«Actualmente hay pocos árboles en la isla. Los que hay forman pocas veces un pequeño grupo. Parece ser que el bosque de palmeras original fue deforestado por los nativos, utilizando la madera para erigir las estatuas de los moais. [...]

Recientemente se cita como ejemplo de deforestación en la película Home (documental).»

 

²«La sociedad rapanui, gobernada por el ariki, que reclamaba ascendencia directa de los dioses, estaba dividida en tribus y con clases muy estratificadas. Cada tribu ocupaba una zona, siempre con franja costera. La mayor parte de la población vivía hacia el interior, junto a las áreas de cultivo. En el litoral establecían centros religiosos, políticos y ceremoniales (como en Anakena y Akahanga) y adoraban a los ancestros casi deificados representados por los moái. Todavía no se sabe cómo se realizó la construcción y desplazamiento de aquellas esculturas, de las que existen cerca de un millar.

Se estima que la población de Rapa Nui, sufrió una crisis de sobre-población en los siglos XV y XVIII, lo que pudo haber provocado guerras entre las tribus, con la consiguiente destrucción de los altares ceremoniales y el abandono de las canteras en que se tallaban los moái. Los nativos comenzaron a vivir en cuevas y debieron de padecer periódicamente la escasez de alimentos.»

 

³«La imagen general que se obtiene de la isla de Pascua es uno de los ejemplos más extremos de destrucción forestal en el Pacífico, y uno de los más extremos en el mundo: todo el bosque ha desaparecido, con todas sus especies extinguidas".

Diversos estudios botánicos han demostrado que antes de la llegada del hombre, durante cientos de miles de años, y al menos durante los primeros tiempos de la colonización humana, la isla estuvo cubierta de bosques con árboles altos. A la llegada de Roggeveen sin embargo, estaba convertida en un terreno árido y baldío.»

 

Fuente de las tres citas: Wikipedia


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