Momentos antes de perder el contacto visual del cometa cuando este se acercaba al sol ( circulo blanco), el núcleo del cometa se volvió puntiagudo, señal de su desintegración.
El cometa Ison acercándose al Sol
Posteriormente ningún satélite fue capaz de percibir el paso del cometa por el perihelio a 1 millón de kilómetros de distancia de la superficie del Sol, por lo que se dio por 'muerto'.
Unas horas después se podía observar como una luz tenue emergía del Sol con la misma trayectoria del cometa. Ison estaba vivo!. Aunque el cometa ha sido capaz de sobrevivir a su paso por el Sol, se desconoce cual es su estado actual. La cuestión es si son meramente escombros del cometa o si se trata de alguna porción de su núcleo. Los últimos análisis de la Nasa sugieren que puede haber un pequeño núcleo intacto.
“Aún es pronto para certificar la destrucción del núcleo de Ison; la información que tenemos no es concluyente. Como era de esperar la cola sigue ahí. Está formada por el polvo y gas que salió del cometa antes del encuentro y aunque el núcleo estuviera destruido y el cometa por tanto no emitiera más polvo, seguiríamos viendo esta cola durante días hasta que el polvo se disperse en el espacio”, ha asegurado el astrofísico del IAC, Javier Licandro.