La llamada Flotilla de la Libertad ha sido atacada en aguas internacionales por Israel. Esta flota compuesta por seis barcos con 750 personas –civiles—tiene como objetivo transportar ayuda humanitaria a Gaza: 10000 toneladas de artículos de primera necesidad, incluidos medicamentos.
Se trataba de salvar por mar el asedio que sufre Gaza, donde se carece de lo más necesario por el bloqueo físico al que está sometida por Israel, que sigue apretando hasta que la cada vez más pequeña franja palestina quede reducida a la nada.
Sin embargo, Israel en esa locura apoyada por USA y saltándose de nuevo las mínimas normas, ha atacado la flota en aguas internacionales, y de momento ha provocado diez muertos y cincuenta heridos.
La escena ha debido ser dantesca, mientras los activistas mostraban banderas blancas, soldados israelíes abordaron uno de los barcos desde helicópteros, disparando indiscriminadamente.
Alguien debería parar esta locura. Pero, este gobierno israelí genocida, con las espaldas cubiertas, es capaz de cometer los mayores horrores sin que la comunidad internacional haga otra cosa que condenar el hecho. ¡Ya está bien!
Obama, recordemos “premio Nobel de la paz”, está consintiendo –como mínimo por omisión— y haciéndose cómplice de estos asesinos. No es posible, que en el siglo XXI haya un Estado capaz de saltarse las normas internacionales y hacer de su capa un sayo, con tal de tener sometido a un pueblo a costa de la más virulenta violencia.
Esperemos una reacción de la ciudadanía contra este atropello asesino, ya que parece ser que los gobiernos están cogidos por sus partes blandas.
¡NO AL GENOCIDIO ISRAELÍ! ¡NO AL ASEDIO DE GAZA!
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