Volviendo a este nuevo proyecto Haussmann, os explicaré que la iniciativa no surgió de la idea de convertir Estambul en una isla, sino con la intención de solventar los atascos de embarcaciones que se producen por el estrecho para llegar al mar negro. El Estrecho de Bósforo une el Mar del Mármara con el Mar Negro, siendo el único camino de entrada a éste, y por tanto única conexión marítima de países como Bulgaria, Rumanía, Ucrania y Georgia. Y es que de aquí radica la gran importancia estratégica histórica de Estambul que la hizo objetivo de distintas civilizaciones. En dicho estrecho se producen múltiples conglomeraciones por los que en ambos mares se hace esperar a las embarcaciones hasta que se les dé la orden de entrada para cruzar. Con este nuevo proyecto se podría navegar por dos caminos distintos y de este modo deducir el tráfico marítimo a la mitad (del tráfico rodado no hablan mucho la verdad).
El antes y el después
Si analizamos geográficamente y ecológicamente, el proyecto podemos ver como tiene un buen estudio para reducir el impacto sobre la ciudad y el medio ambiente. Así podemos ver como el nuevo canal nace de la actual desembocadura de río que es el cuerno de oro y que rodea la península histórica. El rio llega a un momento en el que no le queda más remedio que adentrarse en tierra y alejarse del bóforo, esté es el gran momento dónde empezamos a cargarnos todo lo que veamos de paso: Los barrios de Nurtepe, Kagithane, Seyrantepe y por último el parque natural de Belgrad que partiríamos en dos por la mitad.Yo personalmente, en aquella reunión le hubiera preguntado también a Barak si me dejaba un superláser de peli para poder hacer un corte más eficiente y sencillo de la ciudad desde satélite.