Revista Cultura y Ocio
-Punto de inflexión en la carrera del autor, en varios sentidos.-
Género. Narrativa Fantástica.
Lo que nos cuenta. En la localidad de Derry, en la costa este de los Estados Unidos de América, y a finales de los años cincuenta, un grupito de muchachos forjó amistad y se enfrentó a una amenaza sobrenatural que, cada veintiocho años aproximadamente, se manifiesta en Derry para traer muerte y dolor. A mediados de los años ochenta, esos muchachos son adultos y han olvidado mucho de lo que sucedió, pero algo les empuja a volver a su ciudad natal.
Mi opinión. Mastodonte que se lee con relativa rapidez, con asustaniños que preocupan más a los adultos al ser conscientes de muchas cosas más que los infantes, con horrorfantástico que se imbrica con las formas y culturas de una nación, con personajes que durante un tiempo marcaron arquetipos para otros autores que trataban de narrar cosas y circunstancias parecidas, con un villano que son muchos y que marcó a una generación (y que parece que últimamente vuelve a asomar en la cultura popular), con juegos temporales en la narrativa que ayudan a darle fuerza a la trama, compacta y poderosa, con un final que bien podría no estar a la altura de todo lo anterior y un libro que explica bastante de la figura de King en la literatura de consumo, en el horror fantástico y, quizá, hasta de cierta progresión del género en los años siguientes a su publicación.
Destacado. Que señaló un momento en la producción de King en la que los finales ya no eran discutibles sino que, como mínimo, empezaban a cojear o, al menos, flojeaban respecto al resto de lo que ofrecían sus libros. Pero también otra cosa que debo añadir: no me pareció lo mismo cuando lo leí recién publicado que cuando lo releí hace unos añitos.
Potenciales Evocados. Inevitablemente, por el concepto del mal recurrente y por varias cosas más, “El dragón flotante” de Peter Straub pero llevado a ambientes de “Los cinco” aunque mucho más realistas en cuanto al despertar de unos muchachos al mundo real; Ronald McDonald, que también es inevitable, con algo de Ungoliant; tendencias socio-costumbristas, como las que rellenan “Cujo” hasta los topes, pero aquí con bastante sentido en la trama.