Nada mejor en una tarde de Agosto en Madrid que tomarse un helado refrescante, y si encima es artesanal mejor que mejor ¿que pensabais chicas?
Cuando la heladería está recomendada por un italiano -gracias Alessandro- es porque de verdad deben ser buenos.
La situación en el bohemio barrio de las letras también le da bastantes puntos.
Para los que tengan miedo a las calorías de más se pueden bajar toda la calle Huertas mientras lo saborean de camino al Retiro, otra opción es optar por uno light, yo aconsejo la primera.
Resumiendo, que si estáis por Madrid no pongáis escusa, tenéis que acercaos a Giuseppe Ricci a por un gelato de sandía, yogur, piña, ¡mojito!, chocoooolaaaateee, bizcocho o como no, tutti-fruti, casi cualquiera que os podáis imaginar. Eso sí, apetecibles, nada de cocido madrileño.
Lo peor es que "solo" tienen unos veintiseis sabores a la venta, por lo que a veces es posible que vayas con antojo de tu sabor favorito y justo ese día no esté.
Por suerte para mi ayer si estaba mi delicioso manzana verde.