
La verdad fue fácil trabajar con Montse, nos pusimos de acuerdo con una idea, pero luego al llegar a casa se me encendió la bombilla con otra que comuniqué enseguida a la novia y que fue la que se llevo a cabo.

Me acordé del papel japonés que había adquirido en Londrés, ¿qué mejor ocasión para estrenarlo que en esta boda?, un encaje mas ancho del habitual, una cinta y un alfiler hicieron lo demás, creo que quedó un arreglo bastante apañado.


