Candidatos al Gobierno de Jalisco
Por mera curiosidad periodística, no porque esperara gran cosa del primer debate entre los candidatos al Gobierno de Jalisco, escuché completo este encuentro, desde el principio hasta el fin, y la verdad es que me decepcionó más de lo que esperaba.
Triste, muy triste, es la perspectiva política, económica y social de Jalisco para los próximos seis años si nos atenemos a la oferta electoral que ahora se presenta con estos candidatos, que en verdad, unos más que otros, dejan bastante qué desear en sus compromisos de gobierno.
No es que pequemos de exigentes, pero Jalisco está por cumplir 200 años de historia como Estado libre y soberano, y son muchos los problemas económicos, sociales y culturales que no han sido resueltos y que, por lo contrario, tienden a empeorar.
Algunas propuestas
Hubo, claro, algunas propuestas interesantes como la del candidato del Partido Verde, Salvador Cosío, quien habló de rescatar el Río Grande de Santiago, que es hoy uno de los más contaminados del mundo, así como preservar el Lago de Chapala y el Bosque de La Primavera, principal pulmón de Guadalajara.
Sin embargo, de quien se esperaba algo contundente en favor de Jalisco era del candidato del Movimiento Ciudadano, Enrique Alfaro, quien se concretó a repetir eslogans de corte estudiantil fegista, sin sustento en la realidad, como ése de la refundación del Estado, que suena a pura demagogia.
El priísta y el panista no levantan
En cuanto al candidato priísta, Miguel Castro, lo cierto es que no alcanza el nivel que le exigen sus correligionarios y los jaliscienses en general, pues por su afán de mostrarse conservador, cuidadoso de las formas, no logra entusiasmar a nadie.
En el mismo tenor se encuentra el candidato panista, Miguel Ángel Martínez, quien con todo y contar con una buena trayectoria como político y funcionario público, tampoco ha podido conquistar la voluntad de mucha gente.
A Lomelí “lo montonearon”
Mientras tanto, al morenista Carlos Lomelí no le ajustó el tiempo del debate para defenderse de los ataques de sus adversarios, que por considerarlo “peligroso” en la próxima elección (debido a su relación con el puntero presidencial Andrés Manuel López Obrador), se le “echaron de a montón”, sin darle tiempo de nada, como dice el corrido de Juan Charrasqueado.
En esos ataques destacó el candidato del PRD, quien se ocupó de agredir a Lomelí como si hubiera sido especialmente contratado para tal efecto, y no perdió un solo minuto en ello. ¡Qué forma tan triste de emplear un maravilloso tiempo dedicado a Jalisco!
Las cosas no pintan bien
En fin, la situación electoral de Jalisco no pinta bien. Aquí se requieren hoy, igual que en el país, líderes de empuje, verdaderamente comprometidos, que respondan con enjundia, inmediatez y conocimiento de causa a las necesidades de la gente, de una población empobrecida y diezmada por la inseguridad, la corrupción, la violencia, la injusticia y la impunidad.
Si los líderes de Jalisco temen asumir estos compromisos, mejor es que se retiren de la política.
Artículo publicado por el semanario Conciencia Pública en su edición del lunes 21 de mayo de 2018.