Revista Cine
Un 30 de septiembre de 1955, hace 55 años, moría el que estaba llamado a convertirse en el nuevo Rey de Hollywood, y con motivo de este reciente aniversario, os hablaré hoy de este "rebelde sin causa."
Tres películas le bastaron para encandilar a todo un país; a toda una industria, que buscaba nuevas caras; así como a una nueva generación de norteamericanos que también buscaba otros ídolos, diferentes a los de sus padres. Sin embargo, un fatal accidente de tráfico truncó su vida.
Atormentado como los personajes a los que puso rostro en la gran pantalla, a día de hoy es uno de los iconos más representativos y una de las leyendas más grandes del cine.
James Byron Dean nació en Marion (Indiana) un 8 de febrero de 1931, año en el que, por ejemplo, se estrenaron Luces de ciudad, primera película sonora de Chaplin o Mata Hari, protagonizada por Greta Garbo.
Desde su adolescencia sintió la llamada de la interpretación y comenzó actuando en pequeñas obras teatrales por varios pueblos hasta que consiguió papeles muy pequeños para la televisión, e incluso participó en un anuncio de Pepsi. Pero su suerte cambiaría en 1951, cuando deja los Ángeles para trasladarse a Nueva York para estudiar interpretación en el prestigioso Actor's Studio.
Una vez allí, actúa en Brodway y en el circuito Off Brodway, y tras participar en unas cuantas películas, en algunas incluso como figurante o extra (a veces "no acreditado") Elia Kazan se fijó en él para protagonizar su primera película, que además le valió su primera nominación al Oscar, Al este del Edén.
Después vendrían Rebelde sin causa, su película más emblemática y recordada y sin duda alguna, por la que ha pasado a la historia. Tras ella la que hoy nos ocupa en este blog, Gigante. Tres "peliculones" y tres "taquillazos" como tres soles.
Trece días antes de morir, compró un Porsche al que pondría el nombre de "Pequeño bastardo", y unos días después rodó un anuncio para la televisión en el cual advertía a los jóvenes sobre los peligros de la combinación coche-velocidad.
Este spot publicitario puede verse en una edición en DVD de la película Rebelde sin causa y en él dice una frase que reza más o menos así: "Cuidado con la velocidad de su coche, porque la vida que pueden salvar sea la mía."
El magnetismo y sex-appeal de James Dean ha sobrevivido al paso del tiempo manteniéndose prácticamente intacto y convertiéndose en todo un referente para las nuevas generaciones de actores y aficionados al cine.
La verdad es que una película con semejante título corría el riesgo de quedarse en lo contrario... pero nada más lejos de la realidad, la película es una auténtica obra "titánica."
Nos encontramos ante un drama dirigido por George Stevens y con un guión adaptado por Fred Guiol e Iván Moffat a partir de la novela de Edna Ferber. Uno de los puntos fuertes de la película es que se trata de la última interpretación de James Dean antes de su muerte y que le valió su segunda nominación a los premios Oscars.
En el año 2005 la película fue seleccionada para su conservación en el National Film Registry en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos por ser "cultural, histórica y estéticamente significativa."
Bick Benedict (Rock Hudson) es el jefe de una hacienda ganadera texana, y acude a Maryland a comprar un pura sangre semental, propiedad de Leslie (Elizabeth Taylor). Allí se relaciona con la alta sociedad de la zona y hablan sobre las diferencias entre los paisajes y estilos de vida entre el norte y el sur del país, y poco a poco , y a pesar de las "rifi-rafes" iniciales, Bick y Leslie terminan enamorándose y casándose, por lo que se trasladan a vivir a Texas.
Las diferencias entre las costumbres de ambas zonas del país, y el comportamiento de la hermana de Bick, Luz (Mercedes McCambridge), hacen que la situación se torne insostenible.
Mientras todo esto sucede, aparece en escena Jett (James Dean) que trabaja para la hacienda, pero los desencuentros con su jefe son constantes por lo que le despide, sin embargo es contratado nuevamente por Luz. La relación entre ambos es tan estrecha, que cuando ésta muere le lega un terreno en el cual descubre petróleo, ahora él también es rico y podrá tejer su venganza contra Bick... un odio que se extenderá a lo largo de las sucesivas generaciones Benedict.
La película, muy extensa y con gran empleo de los escenarios naturales como catalizador tonal, mantiene un ritmo adecuado en sus dos primeras horas, acelerando la sucesión de los hechos a partir de la última hora, lo que hace que el drama y la emoción estén a flor de piel.
El film es un reflejo de cómo la industria del petróleo transforma la economía de la zona. Además, ahonda en temas tan diversos como "los nuevos ricos", la segregación racial y el clasismo.
Gigante se estrenó en noviembre de 1956 en Nueva York con un despliegue "galáctico" de estrellas y artistas del mundo de la música, el cine y el teatro, de hecho fue retransmitida en directo por todas las televisiones de "la gran manzana."
Fue la película más taquillera de la Warner Brothers hasta que estrenaron Superman.
El reparto inicial iba a ser muy diferente de éste: en un principio se pensó en William Holden para el papel de Bick, pero el estudio impuso a Rock Hudson. Una vez hubo firmado el contrato le dieron a elegir a quien prefería como compañera femenina, si a Grace kelly o a Elizabeth Taylor. Finalmente se decantó por su íntima amiga.
Respecto al papel de Jett, George Steven vió en Alan Ladd el cándidato ideal, pero su esposa se lo desaconsejó, por lo que se mandó llamar a James Dean.
El film estuvo nominado a 10 Oscars: mejor película, mejor director (única categoría en la que resultó vencedora), mejor actriz principal, mejor actor principal (tanto Hudson como Dean), mejor actriz de reparto, mejor guión adaptado, montaje, dirección artística en color, música y vestuario para una película a color.
Hasta la próxima entrada corazones.