Hoy os recomiendo a James Lahey. El artista canadiense estudió arte y arquitectura en Florencia y continuó su formación en la Universidad de Nueva York, donde se graduó en bellas artes.
Su trabajo comenzó con el rechazo a la idea de que el trabajo debe desarrollarse en una progresión lineal, de hecho el propio Lahey define su práctica como algo “cíclico y mutable”.
Sus pinturas son siempre imágenes diferentes con una gran variedad de fuentes, cada una de ellas, tiene un significado diferente en relación con su propia experiencia personal.
Sus diversos trabajos han sido exhibidos en un gran número de galerías a lo largo de Canadá, Estados Unidos y Gran Bretaña. El estilo del canadiense se centra principalmente en la ruptura que se da entre los modos de expresión, y por ello trata de reflejar conceptos opuestos; la representación y la abstracción, la experiencia y la reflexión , y la imperfección y el desorden.
Polifacético en tus temas, ha abarcado desde la representación de paisajes hasta calaveras. Un autor interesante donde los haya, quizás por esa versatilidad y esa capacidad de sorprender siempre al público.