Con la atención puesta en la búsqueda de llevar la música clásica a las masas, existen diversos intérpretes que hacen cosas raras. La mayoría de estos terminan siendo exitosos, ya que generalmente utilizan el camino del crossover, haciendo creer que llevan música clásica al público general; cuando lo que realmente proporcionan es un producto pop, bastante lejano a la tradición académica. Pero entre todos estos individuos deseosos de compartir su música con el público, de repente se puede encontrar algo prometedor.
James Rhodes es un pianista británico con una historia de vida que incluye problemas mentales, drogas, alcohol y haber sido víctima de abuso sexual. Eso no es de nuestra incumbencia, pero parece que muchos gustan de hacer notar esta clase de aspectos en otros sitios web. En fin, el punto es que este músico es un partidario de una tendencia, que muchos vienen apoyando últimamente: "modificar" tradiciones del concierto clásico, para hacer la música más atractiva.
Partiendo de que mucho público no va a un concierto por la preocupación de "¿cómo debo vestirme?", "¿cuándo debo aplaudir?", "¿Voy? ¡Pero no se nada de música clásica!", "No, yo no me siento a gusto ahí"... y similares; Rhodes ofrece en sus presentaciones, total libertad a los oyentes. El pianista muestra una actitud de chico malo o de rockstar, presentándose en jeans y tenis para ejecutar a Bach y Beethoven. Por lo tanto, todo el público puede también llegar vestido como quiera. Dice no preocuparse por que su público incluso llegue a dormirse, aunque esto último parece ser bastante difícil de suceder.
Rhodes (como muchos otros) quiere cambiar la manera en la que la música clásica es presentada para que la gente se sienta atraída. Él pone atención especialmente al contacto con el público, hablando sobre las obras y compositores que ejecutará. No habla cuestiones técnicas o de apreciación estética, habla sobre cosas que la gente recordará como "Bach tuvo 20 hijos". Él esta convencido de que haciendo esta clase de cambios en la tradición del concierto, la gente comenzará a acercarse sin miedo al mundo de la música académica. Según él, sus métodos están funcionando.
¿Por qué mostrar más simpatía por este intérprete que por otros como Igudesman & Joo (quienes de hecho, tienen mucha más preparación musical)? ¿Qué es lo que tiene de diferente? ¿Por qué no considerarlo solo como un crossover más?
Por el simple hecho de que él realmente intenta llevar las obras de los compositores al público. No toma un pequeño motivo melódico del repertorio y le adapta un beat electrónico para que suene "super cool". No trata de mostrarse con presunción como diciendo "mira lo bien que toco el piano" (él está consciente de que no es un virtuoso). Él tiene buenas intenciones que parecen ser genuinas. Aunque claro, esas intenciones vienen valiendo un comino para las disqueras, porque este señor ya está vendiendo discos.
Mientras otros solo buscan destrozar en pedacitos las grandes obras para hacerlas "agradables" al público, aquí hay alguien quien quiere, que el público no conocedor escuche las verdaderas obras. Eso, desde mi punto de vista, es bastante valioso.
Compartiré unos videos a continuación para el que quiera conocerlo.
Una entrevista en un programa de TV, donde explica sus intenciones e ideas (inglés solamente).
Una introducción a él, en su propio canal de YouTube.
Y un ejemplo de cómo presenta los videos de sus ejecuciones en YouTube, nótese el estilo informal de la presentación de la obra al inicio y las notas sobre la marcha. La forma de filmar también es más "pop".
posts sobre el tema:
Igudesman & Joo De la Cello Song
Crossover clásico