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“Jappeloup, de padre a hijo”: La mejor pareja

Publicado el 01 diciembre 2013 por La Mirada De Ulises

[6/10]   La mejor pareja posible inicia una carrera de obstáculos en busca del triunfo final. Ellos son Pierre Durand, un joven que se debate entre la abogacía y la competición hípica, y Jappeloup, un caballo que “tiene algo más que energía”. Pero estamos ante un deporte de equipo, y por eso jinete y caballo deben compenetrarse, entenderse, quererse… si quieren subir al pódium. El camino desde que el Sr. Durand se lo llevara a su caballeriza hasta que el binomio Pierre-Jappeloup gane el oro olímpico en Seúl’88 será largo y no exento de dificultades. Unas veces llegarán por tratarse de un caballo pequeño, joven e imprevisible; otras por no tener el apoyo o el entrenador adecuado en el momento decisivo; y muchas porque quien lleva las riendas tiene que aparcar su orgullo y buscar el bien del caballo, porque debe confiar y saber transmitir esa cercanía con muestras palpables y sinceras. Porque Pierre tiene mucho que aprender de su padre, de su madre, de su esposa, de la joven Raphaëlle, de Jappeloup… y ese camino de lucha y rectificación será la verdadera medalla que alcance.

“Jappeloup, de padre a hijo”: La mejor pareja

Lo que Christian Duguay nos cuenta en “Jappeloup, de padre a hijo” podría quedarse en una historia más de superación frente a la adversidad, de empeño por hacer realidad un sueño y una pasión… y así sería la versión americana de esta cinta épica. Sin embargo, en manos francesas adquiere un tono más existencial -sin exagerar- y el director hace que Pierre se pregunte una y otra vez por la responsabilidad ante las decisiones tomadas, que se interrogue por los verdaderos motivos que le llevan a tomar una toga o unas riendas, y a que -nosotros con él- nos cuestionemos si la felicidad está en lo que conseguimos o en el camino recorrido para alcanzarlo. Son dos mujeres quienes le dicen al orgulloso Pierre unas cuantas verdades y quienes le sostienen sobre el caballo: primero será su esposa Nadia la encargada de abrirle los ojos en un momento de crisis y abatimiento; después Raphaëlle le enseñará a ganar en sensibilidad y humanidad para triunfar en el circuito. Antes, vemos a otra mujer, la madre de Pierre, pelando patatas en silencio -en un intento de controlar los nervios- y sin querer presenciar los concursos de competición. Y a un hombre, Serge Durand, que es ejemplo de sacrificio y también de respeto a la libertad de su hijo.

“Jappeloup, de padre a hijo”: La mejor pareja

Asistimos a una auténtica exhibición de cómo superar los obstáculos de la vida y del propio carácter, y a una conmovedora recreación de una leyenda de la hípica francesa que triunfó desde la constancia y desde la humildad… aprendiendo a sentir con el caballo y a fiarse de sus cualidades. En esa armonía y complementariedad encontraron la recompensa y sentido de tanto esfuerzo, y Duguay no puede menos que exaltar ese espíritu combativo francés hasta terminar con la Marsellesa. La historia está bien narrada, de modo convencional y sin riesgos, casi al estilo americano… y no renuncia a deleitarse con la hermosa estampa de un caballo que trota y salta con singular elegancia, o al ralentí -del que abusa- para ensalzar la heroica hazaña del deporte galo.

“Jappeloup, de padre a hijo”: La mejor pareja

En la cinta hay, por otra parte, mucho sentimiento y apenas se permite que aparezca el dramatismo ni la crudeza de la vida, con unos comienzos titubeantes que no acaban de enganchar… como si el guionista -el propio actor Guillaume Canet- quisiera acompañar a Pierre en su indefinición y como si toda la energía se la hubiera quedado el caballo. Con las pruebas y competiciones de la mejor pareja posible, la atención se desvía hacia la belleza de los saltos… pues el final es conocido y se ha renunciado al suspense. Pero la traca final nos espera con un clímax emocional que llega hasta desbordarse en tierras coreanas, sostenido por una partitura que busca sin disimulo la lágrima y la satisfacción del sueño cumplido. Son concesiones para un público al que se quiere dar modelos de conducta y un sentido positivo de la lucha, el que ofrecieron una pareja que llegó a entenderse porque aprendió a confiar y a quererse.

Calificación: 6/10

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En las imágenes: Fotogramas de “Jappeloup, de padre a hijo”, película distribuida en España por A contracorriente Films © 2013 Acajou Films, Pathé, Orange Studio, TF1 Films Production, Caneo Films, Scope Pictures y CD Films. Todos los derechos reservados.

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Publicado el 1 diciembre, 2013 | Categoría: 6/10, Año 2013, Biopic, Críticas, Drama, Francia

Etiquetas: Christian Duguay, familia, Guillaume Canet, Jappeloup de padre a hijo


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