Debo ser de las pocas personas que no duermen siesta durante las soporíferas sobremesas de agosto. Aprovecho ese rato para ver películas que por un motivo u otro me resultan agradables: por la trama, el ambiente, la época histórica, la decoración, el vestuario…
Viendo una de ellas se me ocurrió escribir este post con tres largometrajes que muestran jardines distintos entre sí pero que me encantan. En todos ellos la relación con sus casas es fundamental… No puedo imaginarme uno sin otro!!!
The Winslow Boy (1999)
Empiezo la serie con una película bastante desconocida pero muy recomendable: El caso Winslow. La familia Winslow tiene un jardín urbano en Londres con todos los elementos que tendría yo en el mío: muros de ladrillo con trepadoras, macetones con flores, puerta de madera, terraza con muebles de mimbre, barandilla de forja, zona de césped con muebles de madera y altos árboles para tener buena sombra en verano.
Howard's End (1992)Otro jardín que me maravilló desde las primeras escenas es el de Howard's End. De hecho, la película comienza con Vanessa Redgrave caminando por el jardín trasero de la casa... (ver primeros minutos del vídeo)
La descripción que hace de su casa y jardín a Emma Thompson es conmovedora. Es la casa de su infancia y juventud, heredada de su hermano muerto en la India, con un enorme castaño de Indias donde los campesinos habían incrustado dientes de cerdo en la corteza para atajar el dolor de muelas...
Según el libro, el jardín es una prolongación de una vieja y encantadora casa de ladrillo rojo con: "un enorme olmo de montaña -si miras, queda a la izquierda- rozando un poco la casa, alzándose en el límite entre el jardín y la pradera. Me encanta ese árbol. También hay olmos comunes, robles –no tan feos como los robles comunes– perales, manzanos y una viña. Ni un solo abedul plateado, creo."
La casa que usaron para el rodaje es Peppard Cottage, cerca de Henley-on-Thames (Oxfordshire) en la campiña inglesa.
Under the Tuscan Sun (2003) Para terminar este post, abandonamos Gran Bretaña para irnos a Bramasole, la casa toscana de la escritora estadounidense Frances Mayes. Vi la película, Bajo el sol de la Toscana, unos meses antes de irme a trabajar a Italia. Una vez allí, me acerqué a Cortona para ver si la encontraba… pero no la encontré!!!
A lo largo de toda película, la protagonista va arreglando la casa y el jardín. El resultado final es digno de un catálogo de Unopiù: muros de piedra con tondos estilo renacentista, macetones con cítricos, hierbas aromáticas, trepadoras por la fachada y en pérgolas, fuentes de piedra, mezcla de muebles de forja y de fibras naturales… Todo muy mediterráneo!!!
Y tú, ¿con cuál te quedarías?
P.S. Todas las fotografías son fotogramas de las películas.
PRÓXIMA CITA: 15/09/2014