Jardines de Sabatini

Los jardines de Sabatini están situados al norte del Palacio Real de Madrid y tienen el privilegio de ser uno de esos rincones de la ciudad donde pasear y disfrutar de la tranquilidad que transmite la belleza de este histórico lugar. La apariencia de este pequeña y coqueta zona verde de la villa dista mucho de lo que fue en un tiempo no tan lejano. Su antiguo uso tiene que ver mucho con su actual nombre. ¿Os gustaría conocer de donde viene todo?

Imagen panorámica Caballerizas Reales

Los terrenos donde se sitúa el Palacio Real siempre han gozado de una gran importancia. En ellos, desde los primeros años de la fundación de la ciudad, se situó el alcázar musulmán. Este edificio militar poco a poco fue ganando importancia con el paso de los siglos y su crecimiento estuvo ligado al poder que la ciudad castellana fue ganando con el transcurrir de los años hasta que finalmente la sede de la corte se fijó definidamente en ella. El creciente protagonismo de la ciudad influyó directamente sobre el alcázar que, como representante del poder, fue modernizándose y ampliándose sucesivamente para poder ir acogiendo todos aquellos despachos, salones y alcobas que se iban necesitando para acoger los servicios de la administración real. De la misma forma, alrededor de este edificio castrense, se fueron construyendo una serie construcciones auxiliares empleadas para diversos usos reales. Entre ellas, nos encontramos con la que será la protagonista de este artículo, las Caballerizas Reales.

Durante los reinados de los austrias, las caballerizas reales se situaron al sur del alcázar, en los terrenos que hoy ocupa la plaza de la armería y la Catedral de la Almudena. Sin embargo, desaparecieron con el famoso incendio que destrozó el alcázar en el sigo XVIII. Tras la construcción del nuevo Palacio Real, el que vemos en la actualidad, se volvieron a situar muy cerquita del emplazamiento original. En esta ocasión, se colocaron justo en frente de la actual Catedral de la Almudena, sobre la verja que en la actualidad preside la plaza de la armería. La mala suerte volvió a caer sobre las caballerizas que, tras otro incendio quedaron destruidas.

Durante el reinado de Carlos III se termina de construir el actual Palacio Real de Madrid. En unos terrenos al norte, sobre lo que se había planificado crear un pequeño jardín que permitiera tener una zona verde cerca de palacio, se termina por localizar la nueva sede de las Caballerizas Reales. En este punto, se encarga el diseño de este edificio al arquitecto Francesco Sabatini que ya se había encargado de terminar las obras del comentado Palacio Real y había trabajado en otras obras como la Puerta de Alcalá o la de San Vicente. Este arquitecto diseña un gran edificio que sirve para acoger a tan importante institución con todo lo necesario para el mantenimiento de los caballos del rey. Como se puede ver en las distintas imágenes, se trata de una edificación de grandes dimensiones con acceso desde la propia calle Bailén y la cercana cuesta de San Vicente.

Durante la II República española el estado cede estos terrenos al Ayuntamiento de Madrid, que retoma la idea original de crear un pequeño jardín. El derribo de este gran edificio permitió abrir el comienzo de la calle Bailén con la plaza de España permitiendo contemplar este espacio como se ve en la actualidad. Sin embargo, no se quiso perder la memoria de las Caballerizas Reales y se homenajeó a su arquitecto, Francesco Sabatini, con el nombre de estos jardines.

• Localización de los jardines de Sabatini. Imagen extraída de Google Maps
• Imagen jardines de Sabatini extraída de la web esmadrid.com
• Imagen del Palacio Real desde los jardines. Extraída de la web vivir los parques
• Imagen de las estatuas de los jardines. Extraída de la web vivir los parques
• Imagen panorámica de los jardines. Extraída de la web vivir los parques

Imágenes actuales de los jardines de Sabatini. Emplazamiento donde estuvieron las Caballerizas Reales.

Disfrutar de un paseo por las diferentes zonas de estos jardines nos permite divisar desde varios puntos la inigualable naturaleza de la Casa de Campo, una imagen magnífica del Campo del Moro o fotos impresionantes del dominante Palacio Real. No hace falta que os anime a recorrer estos singulares jardines que permiten observar el verdor de su vegetación durante todo el año y el color de sus rosales en primavera. Todo ello, aderezado por el recorrido histórico de sus esculturas y fuentes.

Espero que os haya gustado esta nueva historia. ¡Buen día!

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