Nos venden bolas para lavar sin detergente, pulseras que nos equilibran y sintonizan, terapias que vienen de oriente o aparentemente avaladas por conspicuas publicaciones y señores con bata blanca, contubernios y conspiraciones que nos tratan como marionetas de seres que unas veces dominan el mundo desde edades oscuras y otras vienen en platillos para fecundar humanas, desangrar reses o hacer dibujos publicitarios en los campos de cereal. Seguimos sabiendo nuestro signo del zodiaco cuando tal conocimiento es objetivamente menos importante que el saldo de nuestra cuenta corriente. Navegamos por la red y nos creemos informados pero nos la cuelan hoy, mañana y pasado. Y si uno se pone a criticar, se le acusa de inquisidor o de triste y antiguo. ¿Es posible que nadie se atreva a decir que el emperador está desnudo? Algunos autores han decidido denunciar estos timos y, suicidas ellos, avalados por la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico y la Editorial Laetoli, se han puesto a editar libros incendiarios, provocaciones que claman en el desierto. O acaso no… a esa pequeña posibilidad nos aferramos en defensa de la racionalidad.
Javier Armentia, astrofísico, comunicador científico y director del planetario de Pamplona desde hace 20 años. Y ponente de una tertulia que se celebrará en Savoy Club, en Madrid, el próximo 26 de abril. Toda la información en el blog de Armentia Por la Boca Muere el Pez.