Jayne Mansfield consiguió la fama mostrando sus senos en una piscina durante el estreno de una película.
Fue durante el estreno de underwater (la sirena de las aguas verdes), dirigida en 1955 por John Sturges. Estaba previsto que la protagonista Jane Russell acudiera a la piscina de un hotel de Florida donde se hospedaban tanto los periodistas como los responsables del largometraje. Jayne Mansfield consiguió colarse entre los convocados al evento y comenzó a mostrar sus encantos, dos para ser concreto, desde que comenzó el viaje a Florida. Adelantándose a la Russell, apareció en la piscina con un bañador que debía ser tres tallas más pequeño del que encajaba en sus medidas. Para ir probando los fotógrafos comenzaron a tomar algunas fotos de Mansfield, que en un momento dado saltó a la piscina, perdiendo la parte superior del bikini cuando volvió a subir a la superficie. Luego se tapó castamente, a pesar de que había preparado todo el accidente, salió de la piscina y echó a correr para esconderse, mientras las cámaras de los reporteros gráficos sacaban instantáneas de todo el incidente. Ninguno de ellos tenía carretes disponibles cuando Russell apareció para posar. Las fotografía se publicaron en diversos periódicos y revistas, circunstancia que permitió a los ejecutivos de la Warner Brothers descubrir el talento, o los talentos, de Jayne Mansfield, que fue contratada por el estudio recibiendo un sueldo de 250.000 dólares por semana. A ella le salió mejor el negocio del estreno que al productor de la película, Howard Hughes. El filme fue un espectacular fracaso de taquilla.
(N. de R.) Esta fotografía corresponde a Jayne Mansfield en una fuente durante el Festival de Cannes de 1964. No hemos localizado ninguna de las fotografías a las que hace referencia la anécdota, pero, dado su gran valor documental, seguimos insistiendo.