Una compilación gala para iniciarse en el jazz que utiliza la imagen de un saurópodo
En esta nueva entrega de “Jazz & Dinos” (puedes ver las entregas anteriores aquí y aquí) vamos a irnos de paseo por los increíbles años 70, donde nos sumergiremos en las procelosas aguas de la vanguardia de la música popular de la época, que en su búsqueda de libertad y nuevos desafíos creativos, obvió las fronteras entre los géneros y las geográficas.
En los 60, el free jazz había recuperado la improvisación colectiva característica de las primigenias bandas de jazz de Nueva Orleans y fue pionero en la fusión del jazz con las músicas del mundo, transformándolo de este modo en una música universal. El siguiente paso era introducir instrumentos eléctricos, como el rock, que había demostrado su tremenda popularidad en los festivales de Monterey (1967) y, sobre todo, Woodstock (1969). Aunque hubo experiencias previas, fue Miles Davis quien impulsó definitivamente la fusión con el rock con In a silent way (1969) y Bitches brew (1970).
Gracias a las secciones de viento habituales de las bandas de soul, también desde el rock comenzaron a surgir grupos de jazz rock (orientados hacia el jazz) como Blood, Sweat& Tears, Chicago o The Flock, cuyo violinista Jerry Goodman acabaría formando parte de la Mahavishnu Orchestra de John McLaughlin (presente en las grabaciones de Miles Davis arriba mencionadas). El segundo álbum de The Flock se titula Dinosaur Swamps (1970) y, además de con Goodman, cuenta con Fred Glickstein (voz, guitarras y órgano Hammond), Jerry Smith (voz y bajo), Rick Canoff (voz y saxo tenor), Frank Posa (trompeta), John Gerber (voz, saxo alto, flauta y banjo) y Ron Karpman (batería). La cubierta del disco reproduce el mural que pintaron para el Museo de Historia Natural de Nueva York Constantine Astori y A. Brown en 1942, en el que se muestra un acantilado lleno de pterosaurios... a los que se ha añadido al grupo, abajo en la playa. El segundo corte del disco se titula “Big Bird”, sin duda, en honor a estos reptiles voladores del Mesozoico y aquípuedes oír una versión del combo en directo.
Contraportada de One Size Fits All
Mucho más conocido e influyente, Frank Zappa fue uno de los primeros músicos en romper las barreras entre el rock, el jazz y la música clásica. En 1975 lanzó el décimo y último álbum de estudio junto a sus Mothers of Invention, One Size Fits All. Es fácil entender el peso jazzístico del disco teniendo en cuenta que dos de los miembros del combo, George Duke y Napoleon Murphy Brock, habían tocado con Jean-Luc Ponty (y Duke también con Cannonball Adderley). Otros dos, Chester Thompson y Tom Fowler, habían formado parte de la banda de jazz fusión Air Pocket, y ese mismo 1975 Thompson grabó sus baquetas en Black Market, el álbum donde debutó en Weather Report el inmortal bajista Jaco Pastorius. El caso es que en la contraportada de One Size Fits All hay un mapa fantástico de constelaciones entre las que destaca la de Tyrannosaurus rex.
El batería de las grabaciones de Miles Davis antes citadas, Tony Williams, fundó una de las primeras bandas de fusión, la breve Lifetime (1969-1971), con Larry Young y McLaughlin, a los que pronto se une Jack Bruce (Cream). En 1974 trató de resucitar el combo con Bruce y el guitarrista Allan Holdsworth, junto a los que grabó algunos temas en Estocolmo... aunque no llegaron a publicarse oficialmente. Aprovechando que estaba en la patria de Abba (ganaron ese mismo año Eurovisión con Waterloo), se unió al grupo local Pop Workshop para la grabación de su segundo LP, Song of the Pterodactyl (1974), que incluye el tema que le da título o “Prehistoric Bird”.
Morris “Moe” Koffman (1928-2001) fue un prolífico saxofonista y flautista canadiense entre cuya treintena de álbumes destaca Museum Pieces (1977), no sólo porque la portada incluye un esqueleto de tiranosaurio, ya que contiene temas como “Evolution Blues” o “Dinosaurus!”.
Seguro que te suena el popero single de la banda londinense de fusión Shakatak “Night Birds” (1982), el primero de sus éxitos en las listas británicas, que muy posiblemente te sonará haber oído. Los pájaros nocturnos a los que se refiere, como vemos en la carátula del disco, serían unos simpáticos pterosaurios.
Y nos despedimos con un tema mucho más moderno, “Super Funky” (2016), de la banda Funk Pterodactyl, formada por el bajista mexicano Alejandro Chapa mientras estudiaba en el Berklee College of Music.
El ritmo irresistible de Funk Pterodactyl