Esa noche no hubo asesinatos
¿Todos, o la mayoría, de los habitantes de una ciudad escuchando Jazz para escapar así del hacha de un asesino en serie? Parece algo absurdo, totalmente disparatado… Pero a veces la realidad hace empalidecer de envidia a la más calenturienta imaginación…Porque fue realidad. Porque eso mismo sucedió en Nueva Orleans la noche del 19 de marzo de 1919.En esa ciudad, entre el 1918 y 1919, 12 personas, incluída una niña de 2 años, fueron salvajemente asesinadas a hachazos por un misterioso asesino al que dio en llamarse “El hombre del hacha”. El 13 de marzo de 1919 se recibió en un periódico de Nueva Orleans una carta, supuestamente del asesino, en la que en un tono fantasmagórico y delirante, avisaba que a partir de la media noche del 19 de marzo mataría a una persona cada 15 minutos; pero perdonaría a todas las personas que se encontraran escuchando a una banda de jazz. Y esa noche, todos los salones de baile, muchas de las casas particulares y la mayoría de las calles de Nueva Orleans, vibraron al ritmo del jazz en un desenfrenado e improvisado Mardi gras, el espectacular carnaval de Nueva Orleans, intentando en esta ocasión exorcizar de tan peculiar manera al monstruo del hacha. Y al parecer funcionó, porque no hubo asesinatos esa noche.no era un paraíso, era una ciudad violenta y despiadadaAquellos hechos, tan espeluznantes como reales y estrambóticos, han sido los elegidos por Ray Celestin como urdimbre de un estupendo thriller.De Celestin sabemos poco: que esta es su primera novela y que tiene experiencia como escritor de relatos y guionista de cine y televisión. Y esa experiencia se nota en este libro, que tiene evidentes cualidades visuales y un trepidante ritmo cinematográfico. La narración fluye llena de energía gracias a la alternancia de las historias de los tres protagonistas que, cada uno por razones no siempre coincidentes, investigan los asesinatos mencionados: Michael Talbot, un policía de Nueva Orleans que guarda un secreto que puede acabar con su carrera; Luca D´Andrea, un antiguo policía sentenciado por corrupto; e Ida Davis, una joven y decidida “blancucha” (la mulata a la que el octavo de sangre negra que corre por sus venas le condena a sufrir el mismo racismo que el negro más puro) devota admiradora de Sherlock Holmes. Y como artista invitado… ¡Louis Arstromg! el genial trompetista, que aparece aquí, en una especie de original cameo literario, como esforzado amigo de la aprendiza de detective. Y secundando a los actores principales, una variadísima lista de personajes: políticos y policías, honrados y corruptos, mafiosos (y gracias a esta novela nos enteramos que Nueva Orleans fue la cuna de la Mano negra estadounidense), periodistas, inmigrantes italianos, criollos, cajunes, blancos, negros, mulatos y los más diversos personajes del variopinto lumpen de Nueva Orleans... todos ellos discurriendo por las calles de esta fascinante urbe, por su hermoso barrio francés, por su Little Italy, por el lúgubre pantano…Nueva Orleans, la excesiva, la hermosa y decadente, la ciudad de los huracanes y el vudú, amalgama de razas y culturas, se convierte realmente en la gran protagonista de esta estupenda novela. Ese es otro, y no el menor, de los grandes aciertos de Ray Celestin: conseguir que su lector se sienta totalmente inmerso en la vida trepidante de la ciudad que según pensaba Luca D´Andrea…no era un paraíso; era violenta y despiadada, estaba atestada de delincuentes y comunidades de inmigrantes que se trataban entre sí con hostilidad y desconfianza. Pero también era una ciudad con una energía seductora, un encanto abrumador y resplandeciente. A pesar de la segregación y de sus calles destartaladas y su gloria deslucida, era fácil quedar embrujado por la ciudad de Nueva OrleansVívida descripción la anterior que se completa páginas más adelante:
Miles de personas llegaban a Nueva Orleans todos los meses, la mayoría del campo, la mayoría pobres, la mayoría negros, todos en busca de una vida mejor… no se daban cuenta hasta que era demasiado tarde de que lo que estaban haciendo era sustituir una forma fe pobreza por otra, cambiar chabolas y terrenos vallados por casas de vecindad y violencia callejeraY en este marco geográfico, tan sugerente en todos los sentidos, Celestin desarrolla un argumento muy complejo y entretenido con el que consigue dar una explicación plausible a uno de los grandes misterios de la historia criminal del último siglo. Y es de destacar la elegancia y el rigor con el que consigue atar los innumerables cabos con los que teje su historia…En definitiva, gran estreno el del autor como novelista. Confiamos en que pronto tendremos la oportunidad de leer otra novela suya; y creemos que esta confianza está bien fundada, porque las últimas páginas del libro nos hacen pensar en la posibilidad de encontrarnos a alguno de los protagonistas en una nueva historia en la que estará presente otro personaje real de la leyenda criminal estadounidense: un tal Alphonse Capone.Alianza, 2015Compra en Casa del LibroJosé María Sánchez Pardo