

Un escenario surrealista diseñado por Pieter Boons y Annemie Lathouwers que acoge el diseño irónico, intrigante, conceptual, irreverente a veces, en definitiva, surrealista de Flandes. La comisaria de la exposición, Inge Vranken, contextualiza su selección citando a René Magritte o Marcel Broodthaers o aquellas palabras de Jacques Brel en las que comparaba a Bélgica con un estado de ánimo o un sueño. En las salas de suceden los sueños y el sentido del humor: cucharas que hablan de amor, espejos con relieve, kit de joyas para bodas, sillas con patas entrecuzadas o una jaula de terrones de azúcar –arriba–: Marcell, edición limitada para Droog de Sofie Lachaert y Luc D'Hanis, un guiño a una obra de Marcel Duchamp.
La exposición se puede visitar hasta el 6 de febrero.

