"El camino de Lancia y del Infierno está empedrado de buenas intenciones, mucho ruido y pocas nueces. Será el clima, la pertinaz sequía de neuronas, o la ramplonería intelectual de gentes -¡ ay..., representantes nuestros!- que sólo se acuerdan del patrimonio cuando llueven chuzos de punta y peligra el sillón de sus entretelas, el usufructo del coche oficial o las legítimas ganancias en prebendas que el cargo proporciona".
Jesús Liz Guiral, arqueólogo
Aunque Jesús Liz Guiral, el maño que intervino en importantes excavaciones arqueológicas en Jordania y Cerdeña, declaraba en una conferencia en Córdoba que los yacimientos más expoliados, los que están a punto de agotarse, son los de las ciudades, sentía debilidad por el de Lancia, ubicado en el término leonés de Villasabariego. Parece que hacia el año 25, el romano Carisio, legado del emperador César Augusto en Lusitania que intervino en las Guerras Cántabras, quiso conservar esta población después de someterla y dos siglos más tarde, la construcción de la autovía León-Valladolid destapa lo que fuera un interesante barrio industrial con hornos y fundiciones, una edificación de planta basilical y una necrópolis, importantes restos que los investigadores relacionan con la cercana Lancia.
En el descubrimiento de las termas de Lancia tomó gran protagonismo el profesor Jordá a mediados del pasado siglo. En 2009 se generó una gran actividad en el entorno de este importante yacimiento: limpieza, campaña de excavaciones, cursos de verano... Al año siguiente, también se desarrollan numerosos eventos en esta ciudad ya mencionada por los autores clásicos, autores que hacen también una lectura en nuestra tierra, como Dión Casio, Plinio el Viejo, Orosio o Photolomeo, pero por alguna razón no acaba de arrancar allí una investigación como los investigadores auguraban.
Jesús Liz, que se ha marchado a los 57 años, era un hombre de mi quinta a quien no he conocido personalmente, pero que estaba en la misma onda, pues no se han callado nunca ante las injusticias y el vapuleo de nuestro Patrimonio. Y nos vamos muriendo, es rigurosa ley, pero ahí quedan nuestras sensaciones y delirios para que otros recojan el testigo si quieren y, sobre todo, para que no dejen sin voz a estas lejanas tierras.
Para la sección "La Madeja" en Diario Palentino y Globedia
Imagen: La Nueva Crónica"