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JMJ: La visita del Papa, ni güelfo ni gibelino.

Publicado el 16 agosto 2011 por Bonhamled
La visita del Papa a España en las Jornadas de la Juventud me deja frío. Esto es, ni me declaro abiertamente a favor, no puedo, ni abiertamente en contra, no me dejo. Un país como España, con la situación de crisis que vive, no es el lugar más adecuado donde depositar este evento que por mucho que se prometa, ya veremos si es así, que será el vuelco de la cornucopia de las bondades y ventajas manadas de los peregrinos turistas en forma de 100 millones de euros, para los más optimistas, nos va a obligar a hacer un aporte de recursos, de todo tipo, para sostener el evento. Para quienes dicen que no es así las ventajas solo indicar que se le han dado a los peregrinos, seguridad, transporte, cierre de calles, etc, que tendrán necesariamente un coste para todos y hacen que no sea "otro evento ciudadano más" dado lo excepcional de algunas de las medidas adoptadas.No me dejaré caer en la demagogia sencilla de darle un peso peor o más negativo por ser una ceremonia auspiciada por la iglesia católica, para este pensamiento economicista que sostengo, ese dato es irrelevante. De igual manera se dan eventos que son sostenidos con el erario sin considerar el beneficio a la ciudad o si revierte o no revierte al procomún, y pongo por ejemplo los eventos futboleros, pero es cierto que las ayudas aportadas han sido inusuales por mucho que se arguya que es la visita del jefe temporal del estado del Vaticano y además cabeza de la iglesia católica.Esas ventajas no se han dado ni se han sugerido en otros eventos de muy diferente orden: reivindicativo, festivo, social, e incluso religioso, etcétera, y vienen a mi mente los recientes fiestas del orgullo gay y también las muestras de queja dentro del movimiento#15m. De Lo cual infiero y no me cabe duda que solo una cercanía religiosa, ideológica y "política" de los organizadores y las instituciones han hecho que se den estas facilidades que no se ofrecen en el día a día del manifestódromo en el que se ha convertido mi ciudad, la ciudad de Madrid.Por otro lado y atacando la otra gran vía de crítica al evento. El que sea un evento religioso no implica, como he dicho, una mayor carga de razón o de culpa, dependiendo quien lo lea. Pero tampoco una patente de corso de apología o atroz ataque. Se puede criticar pero también se ha de aceptar su celebración sin rasgarse las vestiduras ni dudar de un estado laico. Solo la sombra del trato de favor respecto a otros eventos oscurecería esta premisa básica de derecho en igualdad.En democracia se tiene derecho a celebrar hechos religiosos, aunque no nos gusten o nos guste que se gasten dinero en ellos, como se gasta en fiestas de toros, eventos deportivos, manifestaciones sindicales o reivindicativas. No creo que jugar a satanizar a quien manifiesta su querencia natural deposite más valor en la crítica ni tampoco dedicarse a acusar de hereje al que apoye la visita o no la critique con suficiente vehemencia sea el vademecum natural de la tolerancia y la transigencia en democracia.Como resumen, por si es necesario. Se puede y debe criticar el uso de fondos públicos o de beneficio en favor de una causa u otra pero no llegar a la descalificación que se ha dado en algunos lugares, incluido Twitter. No es síntoma de transigencia ni de democracia. Religión, ciudadanía, Recuerdos del día de mañana.
Despierte el alma dormida, avive el seso e despierte. A fin de cuenta sino pensamos y vivimos para que queremos estar. Los pensamientos de hoy son recuerdos del mañana que tenemos hoy.

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