Joan Miró nunca siguió el camino trazado. Como artista, convivió y trabajó con los creadores más importantes de su época y se dejó impregnar por movimientos, obras, escuelas y manifiestos. Pero su obra se despega sutilmente de la producción del resto de sus contemporáneos, siguiendo siempre una trayectoria única y personal. A través del trabajo constante y gracias a su interés por todo tipo de técnicas artísticas, Joan Miró dejó un legado vasto, versátil y lleno de coherencia.
El arte más personal de las vanguardias del siglo XX
Retrato de Joan Miró realizado por Man Ray (1933). En Museoreinasofia.es
Joan Miró nunca siguió el camino trazado. Como artista, convivió y trabajó con los creadores más importantes de su época y se dejó impregnar por movimientos, obras, escuelas y manifiestos. Pero su obra se despega sutilmente de la producción del resto de sus contemporáneos, siguiendo siempre una trayectoria única y personal. A través del trabajo constante y gracias a su interés por todo tipo de técnicas artísticas, Joan Miró dejó un legado vasto, versátil y lleno de coherencia. A día de hoy está considerado uno de los artistas más importantes del siglo XX a nivel mundial: su influencia trasciende la propia de las artes plásticas y se plasma en campos como el diseño gráfico y la publicidad. Durante sus noventa años de vida, Miró vivió y trabajó en Barcelona, Mallorca, París y Nueva York; su arraigo a la tierra (especialmente a Barcelona y a la isla de Mallorca) permanece en la esencia de su obra y se impregna del resto de los paisajes que influyeron en su vida.
"Femme, oiseau, étolie (Homenatge a Pablo Picasso)". 1966-1973. En Museoreinasofia.es
Amor por el arte y descubrimiento de la modernidad
Joan Miró i Ferrà nace en Barcelona en 1893, cuando el siglo XIX está llegando a su fin y la llegada del XX augura un cambio estremecedor de sociedades, culturas y prácticas artísticas. La vocación artística de Miró se vio probablemente fortalecida por los oficios de su familia: su padre era orfebre y relojero, y su abuelo era un ebanista mallorquín. Los primeros dibujos realizados por Miró de los que se tiene noticia datan de 1901, cuando el artista cuenta tan solo con 8 años de edad. Durante su formación, Miró compagina los estudios de comercio con los de Bellas Artes en 1910 entra a trabajar como contable en un negocio de droguería, pero su talante artístico se rebela contra el estatismo de los números y las cuentas, y renuncia al puesto. En esa época enferma de fiebres tifoideas y reside por primera vez en Mont-Roig, una masía propiedad de sus padres: el paisaje del Baix Camp catalán permanecerá para siempre en el corazón y la mirada del artista, convirtiéndose en el protagonista de muchas de sus obras.
"Sirurana, el camí” (1917). Museo Reina Sofía de Madrid. En Museoreinasofia.es
La convalecencia permite a Miró reflexionar sobre su futuro; es entonces cuando decide dedicarse a la pintura y se matricula en la escuela de arte de Francesc Galí, donde hará sus primeros contactos con el círculo de artistas catalanes que posteriormente serán sus amigos, colegas y marchantes. Son años de pasión y de juventud; años de clases con modelo y de compartir estudios con otros artistas. También son años de descubrimiento: el arte dadaísta y las publicaciones de vanguardia catalanas y francesas despiertan el interés del joven Miró.
Los años de París
Tras realizar su primera exposición en las Galerías Dalmau (Josep Dalmau fue su amigo y primer marchante), a principios de los años 20 Miró se traslada a París. Allí trabaja en el taller de Pablo Gargalló. Durante los meses no lectivos reside y trabaja en Mont-Roig; ambas ciudades articulan un eje alrededor del cual se estructurará la obra de Joan Miró, junto con Barcelona y Nueva York. Son años apasionantes durante los cuales conoce a Picasso, André Masson, Ernst Hemingway, André Breton y Paul Éluard, entre otras figuras esenciales de la intelectualidad y el arte de la época. Miró trabaja en obras que trascienden ya la pintura, como en la colaboración que realizó con Max Ernst para el vestuario y la escenografía del ballet Romeo y Julieta. En esta época realiza sus primeras Bailarinas Españolas (1928), collages de inspiración dadaísta que marcarán su obra posterior. A partir de 1930 mostrará un interés cada vez mayor por otras disciplinas, como el bajorrelieve y la escultura, a las que dará mayor relevancia en los años posteriores en detrimento de la pintura (que, sin embargo, nunca abandonó del todo).
"Danseuse Espagnole I” (1928). Museo Reina Sofía de Madrid. En Museoreinasofia.es
Collages, objetos y pinturas murales
Joan Miró trabajando en el mural El Segador (1937). En 20minutos.es
A partir de 1931, Joan Miró vive y trabaja a medio camino entre Mont-Roig, París y Barcelona. A estas ciudades se le añade una nueva y fascinante localización, Nueva York: será Pierre Matisse, hijo del famosísimo pintor y grabador fauvista Henri Matisse, quien representará su obra en la ciudad estadounidense. Durante estos años Miró amplía cada vez más el espectro de disciplinas que emplea en sus obras, realizando aguafuertes, collages, ensamblajes de objetos y pinturas sobre sobre masonite. El estallido de la Guerra Civil provoca su traslado, junto con su familia, a París: allí se comprometerá con la causa republicana realizando en 1938 una gran pintura mural, El segador (Payés catalán en rebelión), para el Pabellón de la República Española en la Exposición Internacional. La obra desapareció tras la exposición y solo se conservan de ella imágenes en blanco y negro.
La pasión por la escultura
"Personnage"(1974). Imagen de la exposición Joan Miró: Esculturas, organizada por el Centro Botín de Santander en 2018. En ABC.es
Desde los años 20, Joan Miró dedica gran parte de su tiempo a esculpir. Sus obras tridimensionales se inspiran en la declarada pasión que despertaban en él los objetos; hasta tal punto le interesaban, que llegó a acumular cientos de ellos en su estudio. En los años 40, el artista funde sus primeros bronces y empieza a trabajar distintos materiales. Hasta sus últimos días, Miró trabajará la escultura y desarrollará una enorme producción de obras. En los años 60, Alberto Giacometti le aconsejó que pintara algunos de sus bronces; esta sugerencia derivó en magníficas piezas, como la escultura Personnage (1967). Además de bronces y figuras pintadas, Miró también trabajó el mármol y el hormigón revestido con cerámica. Su última escultura monumental, Dona i Ocell (1987), es un buen ejemplo de su dominio de los materiales.
Una obra internacional que sigue viva
Desde la década de los 50 en adelante, Joan Miró asienta su fama internacional y su obra empieza a recorrer el mundo. El artista se instala definitivamente en Palma de Mallorca y realiza sus primeros trabajos en cerámica, junto con el ceramista Josep Llorens Artigas. La técnica la aplicará a enormes murales que todavía se pueden admirar en distintas capitales. Es el caso de los murales de la sede de la UNESCO de París (galardonados con el Guggenheim International Award), en la Universidad de Harvard o en el Aeropuerto de Barcelona. En 1975 se inaugura la Fundación Miró de Barcelona, encargada de gestionar y difundir el legado del artista. Miró continúa trabajando hasta sus últimos años y fallece en 1983 a los noventa años de edad, considerado ya uno de los mejores artistas plásticos del siglo XX.
Mural La luna (1958), realizado con Josep Llorens Artigas para la sede de la UNESCO de París. En Unesco.org
Exposiciones
Homenaje a Miró (1974)
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Esta exposición fue la última retrospectiva de su obra que se realizó en vida de Joan Miró y tuvo lugar en el Grand Palais de París. Más de cuarenta años después, en 2018 el Grand Palais inaugurará Miró, el color de mis sueños, otra gran muestra dedicada al artista catalán con más de 150 obras.
Miró y el objeto (2016)
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Organizada por CaixaForum Madrid, el objetivo de esta exposición era explorar nuevas facetas del universo mironiano a través de los objetos: su poética, sus posibilidades expresivas y el “alma” que el artista siempre supo encontrar en ellos. La muestra desembarcó en Madrid tras su paso por la Fundación Miró de Barcelona y cubre una gran etapa creativa, desde los años 20 a los años 70 del siglo XX. Algunas de las obras que formaban parte de la exposición (como Los juguetes, de 1924) se mostraron entonces en España por primera vez.
Miró, el color de los sueños (2018-19)
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Como comentábamos más arriba, esta exposición se celebró en el Grand Palais para homenajear la obra y la figura de Joan Miró cuarenta y cuatro años después de la gran retrospectiva de los años 70. Como comentaría en su momento Jean Luis Prat, amigo personal de Miró y comisario de la muestra, “Miró estuvo probablemente marcado por 50 años de historia forjada por dos guerras mundiales. Estos acontecimientos considerables, la interrogación que tiene sobre los hombres, sobre él mismo y sobre su tierra han animado su trabajo".
The birth of the world – MoMA (2019)
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El Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) organizó a principios de 2019 una gran exposición alrededor de la figura del artista catalán, con obras seleccionadas de los fondos que incluye su magnífica colección y completada por varios préstamos exclusivos. La muestra sitúa el lienzo El nacimiento del mundo como eje articulador. La selección de piezas reunió cerca de 60 lienzos, trabajos sobre papel, grabados, libros ilustrados y objetos.
Libros
"Miró". Jacques Dupin, 1961
Constantemente revisada, enriquecida y reelaborada, la monografía publicada por Jacques Dupin a principios de los años 60 constituye uno de los textos fundamentales para acercarse al artista catalán. El biógrafo completó la obra incluyendo el trabajo realizado por Miró en las dos décadas siguientes hasta su fallecimiento, gracias a su excelente relación con la familia y al acceso de cientos de trabajos realizados por historiadores, comisarios y expertos de arte. En 1993 la monografía revisada fue publicada de nuevo, y a día de hoy está considerada uno de los libros esenciales sobre la vida y la obra de Joan Miró.
"Miró". Janis Mink, 1999
La editorial Taschen, referente en libros de arte y monografías de artistas, publicó en 1999 una monografía sobre Joan Miró escrita por Janis Mink. Con cien ilustraciones y magnífica atención al detalle, las páginas del libro recorren los cerca de setenta años de trayectoria plástica del artista catalán: desde el dibujo automático practicado por los surrealistas hasta las esculturas-ensamblaje a base de objetos. El libro no duda en respetar la indiosincrasia de Miró como artista inclasificable, una figura que renunció a pertenecer a categorías, tendencias o escuelas.
“Joan Miró. El camino del arte”. Pilar Cabañas, 2013
Mucho se ha escrito sobre la vida y la obra de Joan Miró. Y aun así, en 2013 Pilar Cabañas consigue dar un nuevo enfoque al trabajo del artista y construir un libro esencial para comprender su obra. Basando su punto de vista en los principios que rigen la obra de Miró, la escritora nos proporciona las pautas para entender al hombre como ser humano y como artista. Cabañas profundiza en cuestiones como el motor de su trabajo creativo, la razón última de su arte y la integración de la tristeza, la soledad o el dolor en sus obras, entre otras. A partir de la figura de Miró, la autora nos guía a través del arte en general como camino hacia la trascendencia y la esencia humana. El texto se enriquece con a la participación de Ignacio Llamas, autor del diseño de la edición.
- Joan Miró: biografía, obras y exposiciones - - Alejandra de Argos -