“Los años sesenta empezaron en el verano de 1956, finalizaron en octubre de 1973 y tocaron techo justo antes del amanecer del 1 de julio de 1967, durante una actuación de los Tomorrow, en el club UFO de Londres.” Tomorrow fue el grupo donde empezó a tocar Steve Howe, el luego famoso guitarrista de Yes.
Así empieza el prologo del libro escrito por Joe Boyd llamado Blancas Bicicletas una vista hacia atrás sin ira, bien al contrario, de una época que, para los que la vivieron, fue vertiginosa, nueva y excitante. Afirmaciones, un poco audaces, como las de arriba abundan en este libro lleno de nombres y de lugares. Es un libro evidentemente técnico de un bostoniano de buena familia que se graduó en Harvard en 1964 y que ha pasado a la historia musical como el productor del primer single de Pink Floyd (Arnold Layne), el descubridor de Nick Drake o el productor de los primeros discos de la Incredible String Band, entre otras producciones. Su trabajo en este sentido se circunscribe en los llamados por él años sesenta produciendo casi cincuenta discos, singles incluidos, es un corto periodo de tiempo y solo en el ultimo capitulo habla de años mas recientes.
El autor nos habla de una experiencia que, según él, marco el principio de nada menos que el rock tal y como lo conocemos: piensa que nació exactamente el 25 de julio de 1965, hacia las 21:30. Esa noche fue cuando Bob Dylan actuó en el festival de Newport, por primera vez electrificado y con un grupo, concretamente con miembros de Paul Butterfield Blues Band y formado por Mike Bloomfield (guitarra), Sam Lay (batería), Jerome Arnold (bajo), Al Kooper (órgano) y Barry Goldberg (piano).
Hay que tener en cuenta que este festival era de Folk y que prácticamente la gente cantaba a pelo o con muy poca amplificación. Dylan actuó con guitarristas, batería y órgano y solo tocó cuatro temas, pero dejemos que sea el propio autor el que nos describa la escena:
“Según los niveles actuales, el sonido no estaba particularmente alto, pero en 1965 seguramente era lo mas ruidoso que nadie había escuchado. Se produjo entre el publico un murmullo de susto y asombro. Cuando acabo la canción, se escucho un rugido que contenía muchos sonidos. Ciertamente algunos abucheos, pero no eran de la mayoría. Hubo gritos de deleite y triunfo, también de mofa y ultraje. Los músicos no se pararon a interpretarlos, simplemente saltaron directamente a la segunda canción.” Y sigue “Les había cogido por sorpresa el volumen y la agresión de la música. A algunos les encanto, otros lo detestaron, y la mayoría quedo asombrada, atónita y cargada de energía por ello. Era algo que hoy damos por hecho, pero totalmente nuevo por entonces: letras no lineales, una actitud de total desprecio por la expectación y los valores establecidos, acompañado todo ello de una ululante guitarra blues y una potente sección rítmica, ejecutado por músicos jóvenes a volumen ensordecedor. Los Beatles todavía cantaban canciones de amor en 1965, mientras que los Stones tocaban una especie de pop sexy de raíces blues. Esto era distinto. Esto era el nacimiento del rock”.
Un buen libro para los que nos gusta profundizar en esto llamado música popular.
Joe Boyd. Blancas bicicletas. Global rhythm 2007. Traducción de Ignacio Julià.