Revista Ciencia

John Carter

Publicado el 02 julio 2013 por Alf
Carátula de la película

Hoy voy a comentar algunas cosillas de John Carter, una película basada en el personaje creado por Edgar Rice Burroughs (el mismo que creó a Tarzán). Antes de empezar diré que ya sé que el personaje fue creado en 1912, y que por aquella época no se sabía tanto de Marte como ahora.

Para los que no hayan visto la peli, y ni siquieran sepan de qué va, el resumen de rigor: John Carter es un oficial del ejército confederado, que se ve transportado misteriosamente (casi mágicamente) a Marte, al que sus habitantes llaman Barsoom. Debido a su baja gravedad, Carter es capaz de dar grandes saltos, y es comparativamente más fuerte que cualquier individuo de las dos especies de humanoides que habitan el planeta.

Vamos a obviar el que haya vida en Marte, similar a la nuestra. A principios del siglo XX, no se conocía la composición ni la densidad de la atmósfera marciana, y se especulaba con que pudiera haber realmente algún tipo de vida allí. Tenemos el famoso descubrimiento de los «canales» de Marte. Además, el color del planeta varía levemente de forma estacional, lo que algunos asociaban entonces al florecimiento de algún tipo de vegetación (como ocurre en nuestros campos). En aquella época, la vida en Marte era una posibildad bastante plausible para muchos.

Así que vamos al tema de la gravedad. Cuando Carter despierta en la superficie del planeta rojo, intenta caminar, y tropieza varias veces, dando largos saltos de forma involuntaria. Este detalle es bastante acertado. Cuando caminamos, ejercemos con nuestras piernas una fuerza determinada contra el suelo, y lo hacemos de forma instintiva. No nos paramos a pensar en cuánta fuerza tenemos que hacer. La gravedad de Marte es menor que la de la Tierra, así que si nos encontramos allí, es esperable que nuestros primeros pasos sean erráticos, y que ejerzamos demasiada fuerza sin darnos cuenta.

El problema es que durante la película, Carter llega a dar exagerados saltos de cien metros o más. En una ocasión, salta a lo largo de una ciudad, con un marciano adulto en brazos. La gravedad marciana es 0.376 veces la terrestre. Una persona con una masa de 70 kg, por ejemplo, tendría en Marte el mismo peso que una masa de 26 kg en nuestro planeta, que para hacernos una idea, es la que podría tener un niño de entre 8 y 9 años. Pensad ahora cuán lejos podría uno lanzar un objeto de 26 kg. Si queréis ser más exactos, dado que nuestras piernas suelen tener más fuerza que nuestros brazos, pensad en cuán lejos podríais lanzar a un niño de 8 años con ambas piernas, al estilo de la catapulta infernal de Campeones (no se os ocurra intentarlo con un niño de verdad). ¿Alcanzaría 100 metros? ¿50 metros? ¿25? Más bien no ¿verdad?

John Carter

Carter es también más fuerte que los marcianos. Es una consecuencia lógica de lo anterior, dado que su musculatura se ha desarrollado con una gravedad mayor a la de los habitantes de Barsoom. Pero lo que ya no es tan lógico es que pueda romper cadenas de hierro, o arrancar un trozo de roca, como vemos en la película. No es que Carter se haya hecho más fuerte por algún elemento extraño de Marte, sino que los marcianos son más débiles al haber crecido en un ambiente de menor gravedad, y el és más fuerte que ellos solamente por comparación. Su fuerza sigue siendo la de un humano normal y corriente, y el hierro es hierro, aquí y en Marte. A menos que pensemos que los marcianos usan cadenas de algún material más cutre, no tiene sentido que Carter sea capaz de romperlas.

Hay otro detalle que en seguida llama la atención. Todos los personajes van bastante ligeros de ropa. Bien, esto es algo habitual en este tipo de ambientaciones fantásticas, pero resulta que Marte está bastante más lejos del Sol que nuestro querido planeta, por lo que sus temperaturas son mucho más bajas. Si bien en verano, en el ecuador marciano, pueden alcanzarse máximas de 35 ºC, la media está por debajo de 0 ºC, llegando a mínimas por debajo de -60 ºC, incluso en verano. No parece un clima adecuado para pasearse con el torso desnudo. Y si bien, los marcianos pueden estar aclimatados a esa temperatura, John Carter es un humano, y debería ponerse algo más que un taparrabos en un clima tan frío.

Es interesante señalar que la brutal diferencia de temperaturas entre la máxima y la mínima, es debido a que la atmósfera marciana es mucho menos densa que la nuestra (debido a la menor gravedad del planeta). En la Tierra, la atmósfera nos provee de cierta inercia térmica, suavizando la diferencia de temperatura entre el día y la noche (en la costa, la diferencia es aún menor, debido a la inercia térmica del mar). Pero en Marte, donde la presión atmosférica es de unas 0,006 atm, la diferencia de temperaturas entre el día y la noche es enorme.

Ya que hablamos de presión, no es necesario decir que un hombre no podría sobrevivir en Marte sin un traje espacial. No sólo lo necesitaría para recibir el oxígeno necesario (el 95.32% de la atmósfera marciana es CO2, y tan sólo un 0,13% es oxígeno), sino para sobrevivir a una presión 166 veces inferior a la terrestre. Aunque como ya he mencionado, la composición y densidad de la atmósfera marciana no era conocida en la época de Burroughs.


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