John Turturro, gigoló y Woody Allen, su cafisho

Woody Allen no actuaba ante cámaras desde ‘A Roma con amor’.

El británico The Guardian y la estadounidense Variety son algunos de los medios que le dedicaron reseñas elogiosas a Fading gigolo cuando se presentó en el Festival de Cine de Toronto, en septiembre pasado. El entusiasmo de los críticos aumenta las expectativas de los espectadores atentos a esta película que llama la atención por dos motivos fundamentales: por un lado, la escribió y dirigió el talentoso actor John Turturro (que además la protagoniza); por otro lado, la co-protagoniza Woody Allen (que lleva tiempo sin aparecer delante de las cámaras). Aunque cuesta encontrar datos precisos sobre las fechas de estreno comercial en Canadá y los Estados Unidos, IMDb anuncia el desembarco en Argentina para mediados de enero próximo (a no olvidar que estos cronogramas siempre se encuentran sujetos a modificación).

La misma base de datos norteamericana ya adelantó el título elegido para el mercado español, Aprendiz de gigoló. La traducción privlegia uno de los dos ejes narrativos del largometraje: las desventuras de un florista neoyorkino que acepta acostarse con mujeres por dinero para ayudar económicamente a un amigo librero cuyo negocio se encuentra al borde de la quiebra. Dicho mal y pronto, Allen se convierte en cafisho de Turturro, cuyas principales clientas son interpretadas por Sharon Stone, Sofía Vergara y Vanessa Paradis.

El personaje a cargo de la actriz francesa remite al segundo eje narrativo del film, una historia de amor donde también interviene Liev Schreiber. Sin dudas, la conformación del elenco constituye una tercera carnada para cinéfilos.

Imposible no pensar en el afiche de ‘Belleza americana’.

La trama principal de -¿podríamos pensar en las traducciones Gigoló improvisado o Gigoló borroso?- despierta el recuerdo de dos películas memorables (una para bien; otra para mal) cuyos protagonistas masculinos también deciden ejercer la prostitución un poco por inercia: la conmovedora Perdidos en la noche con Dustin Hoffman y Jon Voight y la indigesta Amante a domicilio con Ashton Kutcher. Y aunque cuenta la historia de un scort profesional (a cargo del entonces jovencísimo Richard Gere), Gigoló americano también vale como antecente.

Quizás para diferenciarse de este historial, Turturro apuesta a la comedia. Eso sí: a una comedia hecha con inteligencia y sensibilidad según la mencionada revista made in USA, y con la “mejor actuación en años” de Woody según el diario británico.

Aunque distan de ser un calco, el afiche de Fading gigolo evoca aquél de Belleza americana. Los quince años transcurridos entre las dos producciones y las ya linkeadas críticas de The Guardian y Variety sugieren que se trata de una simple coincidencia antes que de algún guiño intertextual o de un tiro por elevación.

Mientras llega la confirmación del estreno local ¿realmente para mediados de enero próximo?, los interesados pueden saborear el trailer (lamentablemente, sin subtítulos) a modo de anticipo. El corto promocional ofrece una cuarta carnada, al menos para los espectadores que fuimos adolescentes en los ’80: la promesa de una banda sonora que incluye la canción ‘Just a gigolo’ de David Lee Roth.