Revista Cine
Joker (Todd Phillips, 2019. EEUU & CAN): intenso, mordaz y violento psychodrama que viene a ser la muy sombría (fotográfica, musical y mentalmente) génesis del villano más famoso y atormentado de todos a cuantos se ha enfrentado El Caballero de la Noche. El protagonista es un alienadísimo desequilibrado que sobrevive, de manera harto deprimente, en un Gotham inspirado en la convulsa Nueva York de principios de los 80, época, recordemos, de la extremista administración de Ronald Reagan en unos violentos Estados Unidos. Phillips cambia completamente de registro (es el autor de la trilogía de Resacón en Las Vegas) para filmar un estudio de personaje con claras referencias a algunos de de los más redondos trabajos de Martin Scorsese, como Taxi driver o la mucho más tapada (y amarga) El rey de la comedia, donde, recordemos, Robert de Niro (aquí también presente) se obsesionaba con un famoso cómico interpretado por Jerry Lewis. El protagonista está notablemente bien dibujado, de manera más cercana a la construcción creada por Heath Ledger en El caballero oscuro que a la de Jack Nicholson para el primer Batmande Tim Burton, sobre todo en lo que concierne a provocar el caos allá por donde pisa. La escena en la cual Phoenix deja escapar al único compañero de trabajo que nunca se metía con él es sublime, redondeando un film notable pero no perfecto: una de sus pocas deudas quizás sea una mayor profundización en la relación del joker con su némesis, aquí el niño Bruce Wayne, pero en general estamos ante un film de mérito.