Es necesaria una luz… una referencia… una dirección…
Y lo que “importa en verdad” es la oscuridad. Es eso que nos pasa en lo oscuro. Es ese contacto con el vacío, con la falta de referencias… lo que nos enseña… de lo que aprendemos. La luz nos guía. La oscuridad nos enseña. La luz nos sirve para sostenernos, para seguir… Se convierte en una excusa para… La oscuridad, el contacto con la oscuridad, esconde el secreto. Ahí está la respuesta. En ese intervalo de 12 segundos.
Dónde más tememos estar…